Para el tratamiento de otras patologías, como el insomnio o el dolor neuropático, las dosis son significativamente más bajas que las utilizadas para tratar la depresión clínica.
Fue en el tratamiento con estos pacientes con tuberculosis, cuando se observó que este fármaco presentaba un efecto elevador del ánimo.
Fue en 1957, cuando Kline y colaboradores, publican el primer estudio, que demuestra la eficacia de la iproniazida en pacientes depresivos no tuberculosos.
Poco más adelante, en 1958, se observó que la imipramina, un compuesto tricíclico inspirado en la estructura de las fenotiazinas y concebido como neuroléptico, mostraba una inesperada acción antidepresiva.
Son ejemplos de este grupo: amineptina, fenmetrazina, vanoxerina Los ISRN inhiben selectivamente la recaptación del neurotransmisor Noradrenalina, con muy pocos efectos adversos.
La tianeptina es un fármaco que posee propiedades como antidepresivo, ansiolítico y estabilizador del estado de ánimo.
En los Estados Unidos se vende como suplemento dietético que favorece las capacidades intelectuales (nootrópico) ya que aumenta la concentración de dopamina, disminuyendo temporalmente la serotonina, haciéndolo conocido en el campo de la motivación y la memoria.
La decisión de usar antidepresivos durante el embarazo se basa en el equilibrio entre los riesgos y los beneficios.
La enzima monoaminooxidasa descompone los diferentes tipos de neurotransmisores del cerebro: norepinefrina, serotonina, dopamina y tiramina.
Todas estas actitudes terapéuticas, deben tomarse, teniendo siempre presente las posibles interacciones.
[16] Para casos refractarios, con fracasos con la medicación antidepresiva, y en aquellos en los que la clínica del trastorno depresivo puede llegar a presentar intentos autolíticos.
[19] Se piensa que los antidepresivos no producen hábito, aunque la supresión brusca puede causar efectos adversos.
Los antidepresivos crean pocos o ningún cambio inmediato en el estado de ánimo y requieren normalmente varias semanas para comenzar a tener efecto.
Los antidepresivos no tienen las mismas características adictivas de otras sustancias, como la nicotina, la cafeína, y otros estimulantes.
Algunos autores argumentan que los antidepresivos no cumplen los requisitos generalmente aceptados para esa definición.
Algunos antidepresivos pueden empeorar inicialmente la depresión, incluso con pensamientos de suicidio, así como inducir ansiedad o crear agresividad.
Claude Rifat, un biólogo francés, condujo investigaciones sobre el potencial antidepresivo de esta substancia.
Sin embargo, el GHB ha sido prohibido por las autoridades sanitarias, a excepción de su uso como tratamiento para la narcolepsia bajo estricta supervisión facultativa.
Se ha descrito, sobre todo en los ISRS, que algunos sujetos refieren embotamiento en las habilidades intelectuales, así como un "aplanamiento afectivo" residual en el tratamiento.
Aparece con cierta frecuencia un temblor persistente de manos y cabeza, que mejora en ocasiones con propranolol.
Los tricíclicos también pueden llegar a producir crisis convulsivas al rebajar el umbral necesario para que tenga lugar la descarga; con bupropión y maprotilina el riesgo puede ser elevado.
La precipitación de la fase maníaca en personas con depresión bipolar es, además, relativamente frecuente en el tratamiento antidepresivo.
[2] Prácticamente todos los antidepresivos principales suprimen la fase REM (Rapid Eye Movement) del sueño.
Respecto al sueño de ondas lentas, se describe un déficit del mismo.
Provocan con frecuencia molestias gastrointestinales, en forma de dispepsia, aunque pueden incluir náuseas, diarreas y vómitos.
Se ha comunicado que los IMAO tienen la menor cantidad de efectos negativos sobre la función sexual y la libido, particularmente la moclobemida.
La Vilazodona y la Vortioxetina en su mecanismo de acción siendo agonista parcial del receptor 5Ht1A es el antidepresivo que menos efectos adversos produce sobre la esfera sexual.
Sin embargo, los pacientes con dicho padecimiento pueden presentar episodios depresivos profundos tempranos en el transcurso de su enfermedad.
[31] Se deben a los efectos serotoninérgicos y se produce cuando se retira o disminuye bruscamente la dosis del antidepresivo que causa la inhibición de la recaptación de dicho neurotransmisor Los síntomas se dividen en: Las principales características del síndrome de descontinuación son: a) los síntomas no son atribuibles a otra causa; b) se produce al suspender el fármaco, en períodos de cumplimiento intermitente y, menos frecuentemente, al reducir la dosis; c) puede durar hasta 4 semanas, y d)mejora al reinstaurar el fármaco o al sustituirlo por otro con igual mecanismo de acción.
[32] Se ha descrito asimismo exceso de sudoración y otras reacciones más específicas, como hepatitis alérgica, erupciones dérmicas o fotosensibilidad.