Victoria del Reino Unido (1840-1901)

Como primogénita de la reina Victoria y del príncipe consorte Alberto, fue heredera presuntiva a la Corona Británica desde su nacimiento hasta 1841.

Criticada por su conducta y por su origen inglés, Vicky (como la llamaba su familia) fue relegada al ostracismo tanto por los Hohenzollern como por la corte de Berlín.

Sarah Anne Hildyardm, segunda preceptora de Victoria, fue una profesora dedicada y competente, que desarrolló una estrecha relación con su pupila.

Al contrario que su hermano, cuyo plan de estudios era aún más riguroso, ella se convirtió en una alumna excelente, siempre ansiosa por aprender.

El proyecto, sin embargo, fue criticado por la opinión pública británica, que no aceptaba la neutralidad prusiana durante la guerra de Crimea.

[19]​ En Alemania, la reacción al anuncio del compromiso no fue unánime, pues contaba con la oposición de los Hohenzollern y los conservadores, aunque la unión con la Corona británica era bienvenida en los círculos liberales.

Sin embargo, el príncipe consorte sobreestimaba la capacidad del movimiento liberal para llevar a cabo una reforma en Alemania en un momento en que solo una pequeña parcela de la clase media y algunos círculos intelectuales compartían sus ideales en la Confederación Germánica.

Mientras tanto, en Berlín, el rey Federico Guillermo IV le concedió a su sobrino una suma anual de solo 9000 táleros.

Sin embargo, en la antibritánica y prorrusa corte de Berlín, la decisión del príncipe no hizo más que aumentar la antipatía contra Victoria.

Para los Hohenzollern, era natural que la boda del heredero al trono de Prusia se realizara en Berlín.

Sin embargo, el edificio se encontraba en un pésimo estado de conservación y no tenía ni siquiera bañera.

[45]​ Sin embargo, el príncipe no estaba de acuerdo con su esposa y apoyó al rey para que se mantuviera firme ante la Dieta.

Líder del Partido Conservador, el político estaba dispuesto a gobernar sin mayoría parlamentaria e incluso sin presupuesto autorizado.

[48]​ Con el estallido del conflicto constitucional prusiano, la oposición entre liberales y conservadores en Berlín alcanzó su punto álgido.

Aun así, este hecho tuvo cierta importancia en la familia real, que se encontraba profundamente dividida por el conflicto.

[66]​ Considerando la decisión ilegal, Berlín proclamó la disolución de la Confederación Germánica e invadió Sajonia, Hanóver y Hesse-Kassel.

Durante la batalla de Sadowa, en la que el príncipe Federico tuvo un papel decisivo, Austria sufrió una pesada derrota y terminó capitulando.

[69]​ Además, los soberanos locales, que tenían más interés en mantener sus prerrogativas, y la nueva constitución alemana dieron muchos poderes al ahora canciller Bismarck.

[73]​ Con la paz restaurada en Alemania, el príncipe heredero era constantemente enviado al exterior para representar a la corte de Berlín.

[88]​ También apoyaba la educación y fue miembro de la asociación fundada por Wilhelm Adolf Lette en 1866, cuyo objetivo era mejorar la formación femenina.

Métodos extraños, como los llamados «baños animales» en los que se sumergía el brazo en vísceras de conejo aún calientes, era realizados con cierta regularidad.

Según él, la princesa quería que fueran como la figura idealizada de su propio padre[94]​ e intentó, como pudo, seguir los preceptos educacionales del príncipe Alberto.

Sin embargo, su influencia sobre la prole tuvo una importante limitación: como todos los Hohenzollern, sus hijos recibieron una formación militar desde muy jóvenes y la princesa temía que ese tipo de educación minase sus valores.

Finalmente, la educación recibida no permitió a los hijos que desarrollasen personalidades abiertas y liberales, como sus padres pretendían.

[96]​[97]​ Mientras sus dos hijos mayores se acercaban a la edad adulta, Victoria sufrió un duro golpe con la muerte del pequeño Waldemar, víctima de la difteria con apenas 11 años.

Tres años después, empezó negociaciones para casar a Guillermo con la princesa Augusta Victoria de Schleswig-Holstein, provocando la indignación en los círculos conservadores.

A principios de noviembre, Federico perdió el habla y sus médicos fueron convocados en San Remo para realizar nuevos exámenes.

Tras su regreso a Berlín, la nueva emperatriz se dio cuenta de que ella y su marido parecían «sombras listas para ser sustituidas por Guillermo».

Al no poder establecerse en Sanssouci, adquirió una propiedad en Kronberg im Taunus, en el antiguo electorado de Hesse-Kassel.

Aunque satisfecha con estos compromisos, la emperatriz viuda se sentía cada vez más aislada tras la salida de sus hijas.

Victoria de niña con su padre, el príncipe Alberto, en 1841
Fotografiada junto a su madre, la reina Victoria, hacia 1844
Federico, príncipe heredero de Prusia, futuro esposo de Victoria
La princesa real, retratada por Franz Xaver Winterhalter en 1857
Boda de la princesa Victoria y del príncipe Federico, el 25 de enero de 1858. Pintura de John Phillip
El Kronprinzenpalais, fotografiado en la segunda mitad del siglo XIX
Victoria fotografiada con su hijo Guillermo, en marzo de 1859
El luto de las princesas británicas. En esta imagen, datada de 1862, se encuentran las cinco hijas del príncipe Alberto y la reina Victoria (Vicky, Alicia , Beatriz , Elena y Luisa ) en torno al busto de su difunto padre
Victoria durante la coronación de Guillermo I como rey de Prusia , en 1865
Fotografía de la princesa Victoria, junto a su esposo, el príncipe Federico de Prusia, en los años 1860
Proclamación del Imperio alemán en la sala de los Espejos de Versalles , obra de Anton von Werner (1885). Bismarck está en el centro de la imagen con uniforme blanco; a la izquierda de Guillermo I se encuentra su yerno Federico I de Baden y a su derecha está su hijo, Federico
La familia de los príncipes Victoria y Federico, en 1875
Federico con su familia en San Remo durante su tratamiento, en 1887
Tumbas de los emperadores Federico III y Victoria, en la Iglesia de la Paz del palacio de Sanssouci , en Potsdam
La emperatriz viuda con sus hijos en 1900, un año antes de su muerte