Beatriz del Reino Unido

[2]​ La reina Victoria no se inmutó y utilizó «ese bendito cloroformo» para su último embarazo.

[8]​ Su larga cabellera dorada fue el centro de algunas pinturas encargadas por la reina, que disfrutaba bañando a Beatriz, en marcado contraste con sus otros hijos.

Beatriz demostró ser inteligente, lo cual agradecía el príncipe consorte, que se divertía con la precocidad infantil.

A pesar de compartir el programa de rigurosa educación diseñado por su padre y su cercano asesor, el barón Stockmar, Beatriz tuvo una infancia más relajada que sus hermanos debido a la relación con sus padres.

[17]​ Estas tareas mundanas eran semejantes a las que habían realizado en sucesión sus hermanas Alicia, Elena y Luisa.

Durante una grave enfermedad en 1871, la reina le dictó su diario a Beatriz y en 1876 le permitió clasificar la música que ella y el príncipe consorte habían interpretado, algo inusual desde la muerte de Alberto quince años antes.

[26]​ Además sugirió que la reina podría supervisar la crianza de sus nietos con mayor facilidad.

[26]​ Sin embargo, en esa época la ley prohibía que Beatriz se casara con el viudo de su hermana.

[29]​ Luis estaba más interesado, la reina Victoria lo invitó a cenar pero se sentó entre él y Beatriz, que había sido aconsejada por la reina que ignorara a Luis para desalentar sus pretensiones.

Aunque siempre estaban juntas, la reina no le habló durante siete meses y se comunicaba con ella por escrito.

La reina los despidió «con valentía hasta su partida y luego casi colapsó», como más tarde admitió a la princesa heredera.

[39]​ Aunque la reina relajó esta restricción poco después del matrimonio, Beatriz y Enrique viajaron solo para realizar visitas cortas con su familia.

En mi caso acudí regularmente a cenar hasta el último día, excepto cuando estaba mal —aun cuando sufría en gran medida».

[41]​ El diario la reina informa que Victoria «[fue] a la habitación de Beatriz y se sentó un rato con ella.

[34]​ En respuesta al interés de Beatriz en la fotografía, la reina instaló un cuarto oscuro en Osborne House.

[17]​ Los cambios en la familia, incluyendo la preocupación de Beatriz por su madre, pudieron haber afectado a sus hijos, quienes se rebelaron en la escuela.

Aunque su relación no estaba rota por completo, en ocasiones era tensa, por ejemplo, cuando durante su coronación Beatriz dejó caer accidental pero ruidosamente su libro de oraciones desde la galería real sobre una mesa chapada en oro.

Poco después, el rey declaró al primer ministro Arthur Balfour, que la casa principal iría a la nación como un regalo.

[54]​ La reina encargó a Beatriz la tarea de editar los diarios para su publicación, lo que significó la eliminación de material privado, así como varios pasajes que si llegaban a publicarse podrían ser perjudiciales para algunas personas vivas.

La princesa eliminó tanto material que los diarios editados tenían solo un tercio del volumen de los originales.

[55]​ Beatriz hacía un bosquejo del original y luego transcribía sus notas en una serie de cuadernos azules.

[61]​ Se mudó al castillo y además mantuvo un apartamento en el palacio de Kensington en Londres.

Había estado muy involucrada en la recolección de material para el Museo del Castillo Carisbrooke, que abrió en 1898.

Su último deseo, ser enterrada con su marido en el lugar más familiar para ella, se cumplió con un servicio religioso privado, al que asistió solamente su hijo, el marqués de Carisbrooke, y su esposa.

[73]​ A pesar de su timidez tenía talento para la actuación, el baile y la música, además fue una entusiasta fotógrafa.

[74]​ Era una madre muy apegada a sus hijos que se preocupaba cuando tenían mal comportamiento en la escuela.

Aquellos que disfrutaron de su amistad la consideraban leal y con un humor excelente,[75]​ como figura pública siempre se guio por un fuerte sentido del deber.

Beatriz se vio sometida a grandes demandas durante el reinado de su madre.

Ojalá esas bendiciones que hasta ahora ha sido su constante objetivo conferir a los demás, vuelvan en plenitud hacia usted misma».

[83]​ El texto fue, hasta cierto punto, como atreverse a criticar la posesividad de la reina con su hija.

La reina Victoria y la princesa Beatriz en 1862.
Las hijas de la reina Victoria lloran la pérdida de su padre. Beatriz es la única que no está mirando hacia abajo.
La princesa Beatriz en 1868.
El príncipe imperial Napoleón Eugenio , con quien se relacionó sentimentalmente a Beatriz en los años 1870.
La princesa Beatriz vestida de novia, Osborne, 1885. Beatriz utilizó el velo de novia de su madre realizado con encaje de Honiton .
La reina Victoria fotografiada junto a los príncipes Enrique y Beatriz y sus hijos Alejandro , Victoria Eugenia y Leopoldo , 1889.
Retrato de la princesa Beatriz realizado por Joaquín Sorolla , 1908.
Príncipe Mauricio de Battenberg . Después de su muerte, durante la Primera Guerra Mundial , Beatriz comenzó a retirarse de la vida pública.
La princesa Victoria Eugenia en 1904.
Beatriz en 1925.
Escudo de armas de la princesa Beatriz (1858-1917).