Alejandro I de Bulgaria

Ello provocó la reacción de Serbia, que también tenía aspiraciones territoriales en Rumelia.

En 1886, el príncipe dio muestras de una considerable habilidad diplomática y militar.

Pronto se configuró una conspiración militar apoyada desde Rusia y en la noche del 20 de agosto de 1886 los conspiradores arrestaron al príncipe en su palacio de Sofía y le forzaron a firmar su abdicación; entonces lo llevaron hasta Rakhovo, en el río Danubio y lo transportaron en su yate hasta Reni, donde lo entregaron a las autoridades rusas, que le permitieron exiliarse a Leópolis.

Sin embargo, pronto regresó a Bulgaria como resultado de la contrarrevolución dirigida por Stefan Stambolov que derrocó al gobierno provisional creado por los conspiradores.

Sin embargo, su posición se volvió insostenible, en parte debido a su ofensivo telegrama dirigido al zar Alejandro III de Rusia.

Sus restos fueron, posteriormente, trasladados a Sofía, donde recibieron un funeral público y fueron enterrados en el Mausoleo Battenberg, levantado en su memoria.

Monograma Real del príncipe Alejandro de Battenberg.
Su entierro en el Mausoleo de Sofía.
Vista actual del Mausoleo Battenberg en Sofía.