Biopsia

Existen diversas técnicas de biopsia, cada una adecuada a distintos contextos y necesidades.

Este procedimiento es común cuando la finalidad es el diagnóstico de afecciones potencialmente cancerígenas o inflamatorias.

[1]​ La biopsia entrega la máxima certeza al diagnóstico, ya que se puede observar fácilmente el tipo de lesión celular, o daño en el tejido.

Después de la aspiración se realiza una biopsia para extraer tejido óseo con una aguja hueca.

Si bien esto no es ningún inconveniente para la técnica, ya que su indicación principal es en aquellos procesos torácicos que cursan con la aparición de derrame pleural, cuyo origen no ha podido ser filiado por otros procedimientos.

No obstante, dado su escasa o nula morbilidad, permite la repetición sucesiva de la técnica sin graves inconvenientes.

La principal indicación es en aquellos tumores periféricos de difícil o imposible acceso por otros procedimientos.

Con el perfeccionamiento de la biopsia transbronquial, con control radiológico y la PAAF, los casos en los que es preciso realizar esta técnica son muy escasos.

Los inconvenientes son el neumotórax que ocurre en el 15 al 55 %, a veces muy graves o la diseminación pleural de células tumorales.

Se realiza un diagnóstico "in situ" con el paciente aún en quirófano, para decidir una conducta oncológica, el cual puede ser: benigno, maligno o diferido.

Es la biopsia obtenida por medio de un endoscopio que se inserta por un orificio natural o por una pequeña incisión quirúrgica.

La PAAF suele utilizarse para obtener muestras de órganos profundos como el páncreas y el pulmón, guiadas por TAC o ecografía.

La biopsia por punción con aguja hueca guiada por ecografía transrectal es el método más importante para diagnosticar un cáncer de próstata.

"Márgenes positivos" significa que se encontró enfermedad, y puede ser necesaria una escisión más amplia, dependiendo del diagnóstico.

Cuando la extirpación intacta no está indicada por diversas razones, puede tomarse una cuña de tejido en una biopsia incisional.

[4]​ Estos métodos proporcionan una alternativa no invasiva a la repetición de biopsias invasivas para monitorizar el tratamiento del cáncer, [5]​ probar los fármacos disponibles contra las células tumorales circulantes,[6]​ evaluar las mutaciones del cáncer y planificar tratamientos individualizados.

El estudio no indica el lugar o lugares del tumor ni otra información sobre el mismo.

[18]​ Estos estudios también pueden ser útiles para evaluar si quedan células malignas en pacientes cuyos tumores han sido extirpados quirúrgicamente.

[18]​ En los lugares de fácil detección y acceso, se puede evaluar cualquier lesión sospechosa.

La radiografía, más tarde la CT, la MRI, y la ecografía junto con la endoscopia ampliaron el espectro.

Biopsia endoscópica de pólipo en colon
Biopsia pulmonar en un caso de sospecha de cáncer de pulmón bajo control de tomografía computarizada .