Ejemplos comunes de tumor benigno son el nevus melanocítico y miomas uterino.
Sin embargo, algunas neoplasias catalogadas como benignas, aunque carecen de propiedades invasivas, pueden ocasionar complicaciones graves.
Normalmente, los tumores benignos están rodeados por una cápsula externa que impide la extensión local a otros tejidos.
Estas anormalidades no son observadas en los tumores benignos, que raramente o nunca se convierten en malignos, pero sí son observadas con frecuencia en lesiones precancerosas que no forman masas propiamente dichas como la neoplasia cervical intraepitelial.
Los tumores benignos pueden causar: Síndromes secundarios a hiperproducción hormonal (por ejemplo, hipertiroidismo) Compresión de vasos sanguíneos u órganos vitales Muchos de los tumores benignos no requieren tratamiento.