Principado autónomo de Bulgaria

El principado fue autónomo dentro del Imperio (un Estado vasallo del Imperio otomano) y pocos años después se unió a la otra unidad búlgara, el territorio de Rumelia Oriental, para formar la moderna Bulgaria independiente.

La política exterior rusa sobre el Imperio otomano tenía varios objetivos: alcanzar un puerto libre de hielo en invierno para su flota, expandirse por el Danubio y Asia y dirigir la independencia de los pueblos cristianos ortodoxos sometidos a los turcos.

La guerra de Crimea (1853-1856) frenó estos deseos rusos, pero las potencias vencedoras impusieron al Imperio otomano la aplicación de unas reformas que respetaran a los pueblos cristianos a cambio del apoyo prestado en la guerra.

Sin embargo, el nuevo sultán Abdul Hamid II acabó con la reforma y restableció la monarquía absoluta.

Cuando la rebelión contra el Imperio otomano estalló en Bosnia en 1875, esta se extendió hasta Bulgaria al año siguiente,[1]​ donde fue conocida como la sublevación de abril.

Mientras tanto, Rusia seguía siendo hostil a los otomanos e inició una serie de contactos con Austria-Hungría para garantizar su neutralidad frente a un posible proceso bélico (reparto del Imperio otomano concertado en la conferencia informal celebrada en 1876).

[2]​ Aunque el Tratado de San Stefano nunca se materializó más allá del papel, se convirtió en una referencia para los nacionalistas búlgaros,[2]​ porque remitía al antiguo reino de Simeón I.

En las décadas siguientes Bulgaria consiguió nombrar obispos búlgaros en Macedonia (parte del Imperio otomano durante esta época).

[5]​ La nueva Constitución instituía una Asamblea Nacional[5]​[2]​ formada por un representante por cada 10 000 votantes, con sufragio universal masculino[4]​[5]​ e inmunidad parlamentaria para sus miembros.

[4]​ Tras la conversión en reino en 1908, en 1911 se ampliaron aún más los poderes del soberano, permitiéndosele firmar acuerdos internacionales secretos sin el control de la asamblea legislativa.

[8]​ Aunque se proclamaba la separación del poder judicial y el respecto a los derechos civiles, la aplicación de estos artículos fue muy deficiente.

[8]​ Pronto entró en conflicto tanto con los políticos búlgaros, al elegir un primer ministro conservador en vez de liberal,[5]​ y con el nuevo ministro de Defensa, un general ruso, que decidió participar en la política nacional apoyando a estos.

[11]​ El cónsul general ruso, sin embargo, recibió instrucciones de apoyar al príncipe, creándose una situación confusa ante la política errática de los representantes rusos,[11]​ la principal fuerza en el país.

[11]​ En el Ejército, donde los puestos de capitán en adelante se habían reservado a militares rusos, la cooperación tampoco fue sencilla, y ya en 1883 los partidos políticos búlgaros decidieron cooperar en respaldar a su príncipe para acabar con la influencia rusa.

[12]​ Las ambiciones nacionalistas no se conformaron con la autonomía y se extendieron a los territorios búlgaros todavía en poder del Imperio otomano: en 1885 el Ejército de Bulgaria ocupó la provincia de Rumelia Oriental,[5]​ tras una revuelta interna[7]​ incruenta en la provincia que derrocó el Gobierno provincial y llamó a Alejandro.

[6]​[14]​ Se aprobó entonces el nombramiento del príncipe búlgaro como gobernador general de Rumelia Oriental por el periodo habitual de cinco años, aunque se asumió que la unión sería definitiva.

[15]​ El zar, humillado por las acciones independientes del príncipe búlgaro, aprobó la organización de una conjura para derrocarle.

A pesar del apoyo de los nacionalistas, Alejandro I fue obligado a abdicar debido a una conspiración orquestada por el Gobierno de Rusia, que se apoyó en ciertos elementos militares[16]​[14]​[17]​ y algunos políticos que veían en el apoyo ruso la única manera de lograr Macedonia para Bulgaria.

[15]​[17]​ Tras unos días de gobierno del patriarca ortodoxo favorable a los rusos, una contrarrevolución dirigida por el antiguo primer ministro Stefan Stambolov tomó el poder y en diez días Alejandro volvió a Bulgaria.

[14]​ Al año siguiente, se completó la principal línea férrea del país, comprometida antes de la autonomía por el Gobierno imperial de Estambul, que unía esta última con Viena, sin beneficiar especialmente a Bulgaria.

Tras siete años en Sofía Fernando no había sido reconocido por ninguna potencia y, sin respaldo ruso, las aspiraciones territoriales de Bulgaria en Macedonia parecían imposibles.

[14]​ Por la misma época surgieron el partido socialista (1894),[21]​ pronto dividido entre moderados y radicales (posteriormente convertidos en comunistas), los agrarios de la Unión Nacional Agraria Búlgara y los Radicales, escisión del Partido Democrático.

[23]​ Los sucesivos Gobiernos no tuvieron problema en lograr mayorías electorales mediante la intimidación u otras artimañas que falseaban las votaciones.

[24]​ La primera tarea del nuevo primer ministro Konstantin Stoilov fue llevar a cabo la reconciliación con Rusia.

Decidido a controlar la política nacional, Fernando pudo valerse de la división de los partidos liberal y conservador en nuevas formaciones para lograr siempre alguna que llevase a cabo sus deseos.

[32]​[33]​ La proclamación de la independencia se aceleró por la toma del poder en Estambul por los Jóvenes Turcos, que pensaban reformar el Estado y convocar un parlamento al que acudiesen representantes de todos los territorios imperiales, lo que hubiese dificultado la evolución independentista búlgara y la anexión permanente de Bosnia-Herzegovina por el Imperio austrohúngaro.

[35]​[36]​[37]​ Poco después de la conversión en reino, en 1910, la población urbana seguía en el 19,1 %, porcentaje que apenas había aumentado desde la independencia en 1885.

[35]​[37]​ Varias décadas después, en 1946, aún tres cuartos de la población se dedicaba a las tareas agrícolas.

Hasta comienzos del siglo XX fue casi inexistente, como en el resto de países balcánicos.

Alejandro de Battenberg , primer príncipe búlgaro, acabó abdicando por la hostilidad de Rusia a pesar de su popularidad.
Los territorios autónomos búlgaros en el seno del Imperio otomano tras el Congreso de Berlín de 1878: al norte, el principado; al sur, Rumelia Oriental .
Stefan Stambolov , político Liberal y rusófobo, se hizo con el poder real en el país durante la crisis de la abdicación de Alejandro I , gestionó la búsqueda de un nuevo soberano y fungió como autoritario primer ministro de Fernando durante los primeros años de su reinado.
Fernando I de Bulgaria , sucesor en el trono búlgaro de Alejandro , se apoyó los primeros años de su reinado en el rusófobo Stefan Stambolov , más tarde se deshizo de él y tomó el control de la política búlgara.
Campesinos búlgaros: la gran mayoría de la población del principado se dedicaba a las tareas del campo.