En la práctica, Federico Guillermo IV demostró no ser un monarca liberal, sino más bien un gobernante inconsciente y aficionado a los grandes gestos.
En estos años, su capacidad mental se volvió inestable: en 1858 su hermano, el príncipe Guillermo, comenzó a gobernar como regente.
Federico Guillermo murió en 1861 sin haber dejado descendencia, por lo que su hermano le sucedió en el trono.
Con Catalina von Tiesenhausen, nieta del mariscal ruso Mijaíl príncipe Kutuzov, será padre de Félix, a su vez abuelo del asesino de Rasputin, el príncipe Félix Yusupov.
En 1844 intenta refundar la antigua orden del Cisne fundada por sus antecesor Federico II, elector de Brandemburgo en el siglo XV.