Durante la guerra contra Francia, interrumpió sus estudios y sirvió como oficial aisistente (Ordonnanz-Offizier).
Sus convicciones prusianas conservadoras hicieron impopular al ahora duque en su país, que había sido liberal hasta entonces.
Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, esperó que se le asignara el mando sobre un ejército, pero fue decepcionado.
Debido a esto, Bernardo transfirió los asuntos de estado a su esposa, Carlota, quien ahora dirigía el país como duquesa, y fue al frente para inspeccionar las tropas e instalaciones militares de Meiningen.
A pesar de su carrera militar también tomó gran interés en las artes.
Por sus estudios históricos, por los que realizó repetidos viajes a Grecia y Asia Menor (hoy Turquía), la Universidad de Breslavia le concedió un doctorado honorario.