Pese al parentesco entre ambos y la amistad por haberse criado el príncipe en la corte de Dinamarca, el matrimonio fue infeliz: su marido le fue infiel y tuvo numerosas amantes, con quienes llegaría a tener más de veinte hijos naturales.
Su apego a Dinamarca siempre se mantuvo vivo y muy fuerte: todavía en 1804 hablaba danés sin ninguna inflexión.
En 1806, su esposo entró a formar parte de la Cuarta Coalición contra Napoleón Bonaparte, tras la derrota del ejército prusiano.
Francia creó el Reino de Westfalia (1807-1813) y lo cedió a Jerónimo Bonaparte, ocupando territorios del elector Guillermo I, por lo que éste y su familia debieron exiliarse.
Mientras duró la ocupación se instalaron en Schleswig, Praga y Berlín.