Carolina de Brandeburgo-Ansbach

Por ejemplo, en su juventud ella mantuvo una activa correspondencia con Gottfried Leibniz, el coloso intelectual que era cortesano de la casa de Hannover, siendo publicada dicha correspondencia en el siglo XIX.

En el curso de los siguientes años, ella y su marido tuvieron que batallar en contra de su hijo mayor, Federico Luis, príncipe de Gales, que había sido dejado en Alemania cuando ellos partieron al Reino Unido, y al que volvieron a ver solamente en 1728, cuando ya era adulto y se había formado muchos malos hábitos.

El príncipe de Gales se opuso a la política de su padre, y, una vez que estuvo casado, solicitó al Parlamento un aumento financiero en la pensión que su padre le había negado.

James, para asegurarse de que su aborrecida madre no estuviera presente en el nacimiento.

La reina Carolina detentaba poderosas posiciones: fue nombrada "Guardián del Reino de Gran Bretaña, y Lugarteniente de su Majestad durante la ausencia del rey", lo que le permitió actuar como regente cuando su marido estaba en sus viajes por Hannover.

Retrato de la reina Carolina por Charles Jarvis (1727)