Es, en general, más conocido por haber sofocado el levantamiento jacobita en la batalla de Culloden en 1746.
William nació en la Casa Leicester (ahora Leicester Square), Londres, adonde sus padres se habían mudado después de que su abuelo, Jorge I, aceptase la invitación para ascender al trono británico.
Su impopularidad, que se había incrementado sin parar desde Culloden, interfirió mucho en su éxito en política, y cuando a la muerte del príncipe de Gales, su hijo, siendo menor de edad, heredó el trono, el duque no pudo conseguir hacerse con la regencia, que pasó a la princesa viuda de Gales, quien lo consideraba un enemigo.
En septiembre del mismo año, su derrota casi se había convertido en desgracia.
No intentó justificar su conducta, aplicando en su caso la disciplina que había inculcado en otros.
Durante un tiempo vivió en Cumberland Lodge, en Windsor, y más tarde en Londres, participando poco en política.
Poco antes de su muerte, se le pidió que abriera las negociaciones con Pitt para su regreso al poder, lo cual fue, sin embargo, infructuoso.