Séneca

[4]​ Esto le granjeó numerosos enemigos y se vio obligado a retirarse de la primera línea política en el año 62.

[2]​ Su obra constituye la principal fuente escrita de filosofía estoica que se ha conservado hasta la actualidad.

[10]​ El también hispano Marcial lo declara en un epigrama El padre de Séneca, Marco Anneo Séneca, era un procurador imperial que se convirtió en un reconocido experto en retórica, y se casó con una joven noble nacida en Urgavo (actual municipio de Arjona, Jaén), Helvia.

Además de Lucio, Marco tuvo otros dos hijos que a su manera también alcanzaron cierta relevancia.

Su formación, pues, fue muy variada, rica y abierta: además de formarse en Egipto, parece ser que ya en Roma había estudiado gramática, retórica y filosofía; es posible, además, que viajara en algún momento a Grecia, para continuar formándose en Atenas, algo muy común entre los patricios de su tiempo.

Sea como fuere, dejó escrito haber estudiado con Sotión, con el estoico Atalo y con Papirio Fabiano.

En esta carta, que probablemente nunca estuviera destinada a publicarse, se muestra abyectamente adulador y busca el perdón imperial.

Tan drástico cambio en su suerte se debió, según el historiador Tácito, a que esta, aparte de buscar un tutor ilustre para su hijo, creía que la fama de Séneca haría más popular a la familia imperial; un Séneca agradecido y obligado a ella serviría además como un importante aliado y un sabio consejero en los planes de alcanzar el poder que albergaba para su hijo Nerón.

Con la subida al poder del joven Nerón, que por aquel entonces contaba con 17 años, Séneca fue nombrado consejero político y ministro junto a un austero oficial militar llamado Sexto Afranio Burro.

Su política, basada en compromiso y diplomacia más que en innovaciones e idealismo, fue modesta pero eficiente: se trató en todo momento de refrenar los excesos del joven Nerón, al tiempo que evitaban depositar gran poder real en manos de Agripina.

Séneca escribió la famosa carta al Senado en la que justificaba a Nerón y explicaba cómo Agripina había conspirado en contra de su hijo.

Así, ese mismo año 62 Séneca pidió a Nerón retirarse de la vida pública, y ofreció toda su fortuna al emperador.

Aunque no existieran pruebas firmes en su contra, la conjura de Pisón sirvió a Nerón como pretexto para purgar la sociedad romana de muchos patricios y caballeros que consideraba subversivos o peligrosos, y entre ellos se encontraba el propio Séneca.

Así pues, Séneca fue, junto con muchos otros, condenado a muerte, víctima de la conjura fracasada.Sobre la muerte de Séneca, el historiador Tácito cuenta que el tribuno Silvano fue encomendado para darle la noticia al filósofo, pero siendo aquel uno de los conjurados, y sintiendo una gran vergüenza por Séneca, le ordenó a otro tribuno que le llevara la notificación del César: de un patricio como Séneca se esperaba no que decidiera esperar a la ejecución, sino que se suicidara tras recibir la condena a muerte.

Cuando Séneca recibió la misiva, ponderó con calma la situación y pidió permiso para redactar su testamento, lo cual le fue denegado, pues la ley romana preveía en esos casos que todos los bienes del conjurado pasaran al patrimonio imperial.

Su esposa Paulina le imitó para evitar ser humillada por el emperador, pero los guardias y los sirvientes se lo impidieron y otras fuentes afirman que realmente se suicidó, aunque Suetonio afirma que vivió hasta el principado de Domiciano.

Pidió finalmente ser llevado a un baño caliente, donde el vapor terminó asfixiándolo, víctima del asma que padecía.

[30]​Séneca escribió una serie de libros sobre estoicismo, principalmente sobre ética, con una obra (Naturales Quaestiones) sobre el mundo físico.

Ella estableció la equidad y la justicia; según su sentencia, es más desdichado cometer que sufrir daño.

[34]​Sus obras discuten tanto la teoría ética como los consejos prácticos, y Séneca enfatiza que ambas partes son distintas pero interdependientes.

[38]​ Las pasiones destructivas, especialmente la ira y el dolor, deben ser desarraigadas,[39]​ o moderadas según la razón.

[36]​[42]​[43]​ El universo se rige para lo mejor por una providencia racional,[42]​ y esto debe conciliarse con la aceptación de la adversidad.

Además, la influencia de Séneca se deja ver en todo el humanismo y demás corrientes renacentistas.

[45]​ En la actualidad, su obra ha caído en un cierto olvido, propiciado por el moderno abandono del estudio de las lenguas y disciplinas clásicas.

En efecto, a lo largo de toda su vida fue acusado de haberse acostado con mujeres casadas, y si bien es cierto que muchas veces dichas acusaciones no eran más que meras calumnias, en muchos otros casos parecen haber estado bien fundadas.

Las obras que nos quedan de Séneca se pueden dividir en cuatro apartados: los diálogos morales, las cartas, las tragedias y los epigramas.

Karl Alfred Blüher hizo un trabajo fundamental sobre la estela del filósofo cordobés en la cultura española: Séneca en España.

Se conocen dos traducciones catalanas de las Cartas a Lucilio, una desde el francés y otra directa.

que en realidad acoge solo los tratados morales (publicó las Cartas en el FCE), y fue muy conocida también la del sacerdote franquista Lorenzo Riber al castellano de Obras completas de Séneca: discurso previo, traducción, argumento y notas... (Madrid: Editorial Aguilar, 1943, 1949, 1957, 1966).

Hay traducciones específicas al castellano de las Cartas a Lucilio por parte del canónigo de Granada Francisco Navarro y Calvo (Epístolas morales, Madrid: Luis Navarro, 1884, que incluye también los tratados; pero parecen haber sido hechas desde el francés), J. M. Gallegos Rocafull (Cartas morales, México: FCE, 1951-1953, 2 vols.

Retrato de Séneca según modelo de la antigüedad (pseudo-Séneca), por Lucas Vorsterman I (1638). Biblioteca Nacional de Francia .
Busto imaginario de Séneca en mármol, elaborado en el siglo XVII . Museo del Prado .
El suicidio de Séneca, en la Crónica de Núremberg , publicada en 1493.
El suicidio de Séneca (1871), por Manuel Domínguez Sánchez .
" Errare humanum est " (Errar es humano). Frase atribuida a Séneca, aunque no aparece en sus escritos.
Michel de Montaigne (aquí según retrato de Dumonstier ) no dejó nunca de reconocer la influencia de Séneca en su obra magna, los Ensayos .
Tertuliano , quien consideró que muchas de las doctrinas morales expuestas por Séneca tenían gran parecido con las expuestas en la Biblia .
Platón , Séneca, y Aristóteles en una ilustración medieval (c. 1325–1335).