[1] A finales de la década de 1940 se traslada a Madrid, donde es descubierta por Luis Escobar, que la dirige en la que será su primera película La honradez de la cerradura (1950), junto a Francisco Rabal.
Permanece como actriz fija de ese teatro hasta 1957.
Poco después se traslada a Italia, donde durante siete años continúa su carrera como actriz teatral.
También intervino, entre otras, en las películas El crack (1981), de José Luis Garci, y Tacones lejanos (1991), de Pedro Almodóvar.
En sus últimos años, además, cultivó la literatura, y publicó Chico no sabe que es perro (1993), Historias brevísimas y crueles (1996) y Una taza de té en mi jardín.