Sobre la clemencia (en latín, De Clementia) es uno de los nueve diálogos escritos por Séneca, compuesto hacia el año 55 d. C., poco después del asesinato de Británico por parte de Nerón, emperador romano desde el año 54 d. C.. Séneca, que aún gozaba de mucha influencia sobre el joven Nerón, pretendía reconducir el camino de su pupilo, que ya mostraba signos de rebeldía y mal gobierno.
Séneca partirá de la bondad natural del príncipe, que lo predispone para aprender las virtudes que él le enseña, pero solo aplicándola activamente Nerón podrá utilizar la clemencia para su propio beneficio, que es el mantenimiento del poder.
Este texto es, por tanto, un tratado político, pero también la carta de un consejero político, lo que obliga a Séneca no sólo a un desmedido ensalzamiento de la figura del príncipe, llegando a compararlo con la divinidad, sino también a evitar la abstracción y el desarrollo teórico, porque la clemencia es “virtud política” que solo conviene al rey, pues solo él depende de la fama y la popularidad.
Séneca, como buen estoico, considera que lo importante es refrenar las pasiones, pero en pos del reconocimiento social; porque, como afirma Marco Aurelio (otro gran pensador estoico que gobernó Roma 100 años después de De Clementia) en sus Meditaciones, “ser movido como un títere por los instintos corresponde… a las fieras, a los andróginos, a Fálaris y a Nerón” (Libro III, 16).
Para Séneca, la clemencia no se relaciona con la compasión; antes bien, es consecuencia directa de la razón, que, en este caso, es la razón de Estado.