Robert Burton (escritor)

En la primera trata sobre las causas de la melancolía, sus síntomas, el lugar del cuerpo afectado y otras digresiones, salpicadas de desesperación y humor: «Causas no necesarias, remotas, externas, adventicias o accidentales.

[1]​ La segunda parte es un análisis sobre la cura de la depresión, con consejos dietéticos y farmacológicos.

[2]​ Robert Burton reconoce haber escrito su Anatomía de la melancolía en gran parte como terapia contra su propia depresión, que padeció durante toda su vida, tal y como aclara en el prólogo de su obra:

Ha sido admirada por Borges y John Keats, entre otros escritores modernos.

[4]​ En la densa obra hay un momento en que el autor hace una caracterización global de la melancolía.

Esta doctrina de los cuatro humores estuvo vigente hasta el siglo XVIII.

De acuerdo con ella las modalidades temperamentales responden a los «líquidos» predominantes en el organismo.

El hombre que posee demasiado bilis negra ha de ser un melancólico.

Puede ser tanto una intervención divina, cuanto una determinada constelación astrológica.

En suma, encontramos en sus enumeraciones todas aquellas patologías que hoy, en términos de la medicina contemporánea, son atribuibles al estrés.

Para Burton esta dolencia se encuentra por doquier y la padece, de alguna manera, toda la sociedad.