Zenón de Citio

"Los discursos" (también conocidos como "Los tratados estoicos") "La República" (obra atribuida, pero sin textos completos sobrevivientes) Zenón de Citio (en griego Ζήνων ὁ Κιτιεύς, Zēnōn ho Kitiéŭs, siendo este último el gentilicio), el Estoico (334 a. C. - 262 a. C.),[1]​ fue un filósofo helenístico de origen étnico fenicio.

Fue comerciante, como lo fuera su padre, hasta los 45 años, momento en el que funda su escuela.

Se dice que no tenía reservas en dar sus lecciones a gente de la más baja clase social.

Por su cualidad de extranjero nunca pudo dedicarse a la política en Atenas, aunque sí recomendaba esta actividad.

Creó muchas nuevas palabras y términos en el griego que hablaban sus contemporáneos.

Algunos sostienen que terminó voluntariamente con su vida en el año 264 a. C. Sus enseñanzas dieron lugar al nacimiento de la doctrina del estoicismo.

Ambas son disciplinas indispensables, junto con la ética, para comprender la filosofía toda y para saber cómo llegar a ser sabio.

Para los estoicos, los conocimientos lógicos no son innatos, sino sencillamente comunes a todos los hombres.

Así pues, nada escapa al destino universal y todo obedece inevitablemente a leyes divinas.

Por este motivo, ellos prefieren la libertad que comprende y acepta la voluntad del ser divino en cada momento, combatiendo las pasiones.

Razón, divinidad, libertad, naturaleza y felicidad son —para los estoicos— elementos comunes e inseparables.

La razón, así, depara unas conductas individuales —dominio de los instintos y pasiones, obediencia a la razón—, sociales —justicia y acatamiento de las leyes de la sociedad en que se vive— y políticas —los últimos estoicos llegaron a ver parcialmente realizado el ideal estoico en las costumbres del imperio romano del siglo I d. C.—.

Zenón otorgó la versión canónica y ortodoxa de lo que era la virtud para los estoicos.

La virtud es fundamental en el sistema moral de Zenón; encontramos varias descripciones y referencias de lo que era la virtud para este filósofo, entre ellas están las siguientes: Los estoicos no creen que la vida esté gobernada por la suerte, el azar o las coincidencias: no creen en la casualidad, sino en la causalidad.

Sobre la vista desarrolla probablemente una explicación o teoría sobre el funcionamiento de este sentido.

Es plausible que en Sobre el estilo también se aborde la ética pues para los estoicos existía correspondencia entre la palabra y la cosa, lo cual es base para su teoría epistemológica-ética.

Busto de Zenón de Citio en Atenas, Grecia.
Zenón de Citio, ilustración del libro de Thomas Stanley The history of philosophy (1655).
Zenón en la Villa de los Papiros .
Zenón de Citio