[2][3] El Reino Mutawakkilita de Yemen, tras declarar oficialmente su independencia del Imperio otomano en 1918, no fue reconocido internacionalmente hasta 1926.
En ese momento, el imán Yahya contaba con un grupo de 300 oficiales y soldados otomanos para entrenar a su ejército.
Durante el conflicto bélico, más de 50 000 tropas egipcias fueron desplegadas en Yemen del Norte.
Las autoridades egipcias sugirieron que los incidentes denunciados probablemente fueron causados por napalm, y no por gas.
El 1 de marzo, el birmano U Thant dijo que la ONU no podía investigar los ataques con gas venenoso.
El ejército se comía hasta el 50% por ciento del presupuesto nacional, que ascendía a sólo unos nueve millones de libras, una cifra insuficiente dadas las circunstancias.
Los soviéticos, que ayudaron incondicionalmente durante el asedio de Saná, se mostraron cada vez más reacios a proporcionar piezas de repuesto y equipo de apoyo: Moscú prefería la cooperación con Yemen del Sur, cuyo gobierno marxista-leninista tenía una ideología similar a la URSS, y por ello encontraba pocos incentivos para apoyar a los noryemeníes.
En cambio, los funcionarios checoslovacos ofrecieron armas obsoletas, incluidos viejos fusiles, metralletas, cohetes y uniformes.
En enero de 1971, se descubrió un complot, supuestamente organizado por los asesores militares soviéticos, en virtud del cual varios pilotos noryemeníes pretendían desertar con sus aviones a Adén.
Cuando Yemen del Sur se independizó de los británicos, en 1967, el nuevo gobierno contaba con un ejército bien entrenado y organizado, aunque pequeño.
Posteriormente, todos los partidos políticos se fusionaron en el llamado Frente Nacional Unido o fueron prohibidos, mientras que el gobierno estableció vínculos muy estrechos con el régimen soviético.
En la República Democrática Popular del Yemen, este proceso avanzó a un ritmo más significativo que en Yemen del Norte, no sólo por el mejor entrenamiento que las fuerzas armadas locales habían recibido anteriormente del Ejército británico, sino también porque el Frente Nacional Unido se oponía ideológicamente al tribalismo e hizo todo lo posible por erradicarlo.
El fortalecimiento se vio reforzado aún más por la llegada de los asesores militares soviéticos en 1968.
Este último reorganizó y amplió las fuerzas disponibles en seis brigadas con tres batallones cada una.
Yemen participó en la guerra árabe-israelí en varias ocasiones, lo que ayudó a establecer su ejército como una fuerza regional.
Estados Unidos pidió repetidamente un alto el fuego y el regreso a la mesa de negociaciones.
Cuando comenzó el levantamiento armado, los hutíes aprovecharon la oportunidad para apoderarse del norte de Yemen.
Cuando Alí Abdulá Salé fue reemplazado por Abu Mansur Al-Hadi como presidente, Hadi asumió el cargo durante dos años.
Después de esto, los hutíes avanzaron sobre Saná y se alinearon con el Congreso General del Pueblo leal a Salé.
Como las fuerzas especiales yemeníes y la guardia republicana eran leales al congreso general del pueblo, esto permitió a los hutíes invadir varias de sus bases ubicadas en Saná, esta fue la primera presencia de los hutíes en Saná.
Los hutíes vieron esto como una oportunidad para buscar y arrestar a los miembros del partido Al-Islah en Saná.
También intentaron imponer su control sobre el ejército yemení, pero cuando los oficiales se negaron a obedecerlos, los reemplazaron con los favoritos de los hutíes e incluso tomaron el control de la Fuerza Aérea Yemení, posteriormente, los miembros del partido Al-Islah, la guardia presidencial y las unidades militares leales a Hadi decidieron luchar.
[6][7][8] En 2015, una coalición internacional liderada por Arabia Saudita lanzó una intervención militar contra los rebeldes del movimiento hutí, un grupo rebelde chiita que tomó el control de la capital yemení, Saná, el conflicto ha producido una crisis humanitaria devastadora, mientras que las fuerzas armadas yemeníes están divididas en diferentes facciones rivales enfrentadas en el campo de batalla.
Elementos de la guardia republicana se han unido al ejército yemení contra los rebeldes hutíes.
Yemen ha estado construyendo una pequeña guardia costera bajo el mando del Ministerio del Interior, entrenando a personal militar y a técnicos, la guardia costera tiene bases navales en los puertos de Adén y Al Mukalla, en la Gobernación de Hadramaut.
La decisión incluyó también la división de las fuerzas armadas en todo el país en siete regiones militares.
[42] Los proveedores extranjeros de equipamiento de las fuerzas armadas yemeníes son principalmente: Estados Unidos, China y Rusia, otros proveedores son: Alemania, Austria, Francia, Suecia, Bulgaria, Reino Unido y Arabia Saudí.