Tropas saudíes rechazaron a los rebeldes que se infiltraron, y continuaron persiguiéndolos dentro del territorio de Yemen.
El presidente yemenita Ali Abdullah Saleh dijo el 7 de noviembre que la verdadera guerra "comenzó sólo hace dos días", y que su ejército simplemente había estado "entrenándose" durante los anteriores noventa días de conflicto.
Se encontraron tres cuerpos que pertenecían a una maestra surcoreana y dos enfermeras alemanas.
El resto de los miembros del partido siguen desaparecidos y se desconoce su estado actual.
Las primeras declaraciones oficiales sugirieron que los rebeldes hutíes se habían apoderado del grupo.