La artillería remolcada son obuses con ruedas, que pueden transportarse por aire para apoyar a la infantería aliada, y son remolcados detrás de vehículos tractores de artillería, semiorugas, o camiones militares.
Los obuses remolcados ofrecen una escasa protección a sus tripulaciones, y disparar los pesados proyectiles a una cadencia de tiro rápida requiere un gran esfuerzo por parte de la dotación del obús.
[1] El obús apareció en la primera mitad del siglo XIX, pero fue durante la Primera Guerra Mundial cuando alcanzó gran importancia como la principal pieza de artillería pesada, al permitir atacar desde arriba las fortificaciones semienterradas que eran casi invulnerables para los cañones de campaña tradicionales.
La velocidad de los proyectiles disparados por un obús era, en el pasado inferior a la conseguida por un cañón del mismo calibre en tiro directo.
Actualmente la mayoría de las piezas artilleras modernas son cañones obuses, permitiendo actuar tanto en tiro directo como indirecto.