La primera referencia documental a Calahorra se halla en Livio, después en Estrabón, en el itinerario de Antonino.
De esta manera, ya a comienzos del siglo XVIII el fraile Mateo Anguiano, en su libro del año 1701 titulado Compendio historial de la provincia de la Rioja, decía que había autores, los cuales deducían que su nombre era arábigo y significaba castillo libre y quienes esgrimían que la ciudad se había llamado primero Cala para luego añadirle Forra y llamarse calaforra.
De esta forma obtenemos la siguiente traducción: CALL GUR IS, 'Ciudad situada en una elevación junto a un río con sus correspondientes riberas'.
La etimología del término Kalagurris y otras circunstancias inducen a considerar a autores como los profesores Ramírez, Gómez Fraile, Velaza y otros una ascendencia vascona mucho más antigua, pero sin apoyar su hipótesis en ninguna base lingüística, ya que la denominación más antigua legada por las fuentes clásicas u otras como las numismáticas, la citan como kalakorikos, de indudable carácter céltico, probablemente berón por el sufijo «-ko».
[21] La reconstrucción de la ciudad se llevó a cabo en el antiguo núcleo original y al este del mismo.
Su importancia estratégica le posibilitó el ser ceca cuarenta años después de su conquista.
Una estatua en su recuerdo se alza en el paseo del Mercadal, se trata de una figura de mujer tallada en mármol blanco, con un cuchillo en la mano derecha y un brazo humano en la mano izquierda, a sus pies, en una placa, están las inscripciones «Prevalecí contra Cartago y Roma.
Como toda La Rioja, fue tierra codiciada por los reinos fronterizos de Castilla, Navarra y Aragón.
Fue incorporada al Reino de Castilla por Alfonso VI, quien años después otorgó a la ciudad el Fuero Municipal, aunque se mantuvieron las luchas fronterizas con Navarra y Aragón.
Este rey consolidó Calahorra como cabeza del Obispado y engrandeció la diócesis al añadir las tierras vascas conquistadas a Navarra.
Los siglos XV, XVI y XVIII fueron importantes para el desarrollo urbanístico de la ciudad.
Así lo explica el doctor en Filología Hispánica y estudioso de la Inquisición en Calahorra Jesús Fernando Cáseda Teresa:
Posteriormente pasa a explicar cuales son, según el propio libro indica, las ciudades más importantes de la región.
Sin embargo, en diciembre los voluntarios realistas fueron desarmados y se celebró la proclamación de Isabel II.
Durante la primera guerra carlista, en Calahorra se acuartelaron temporalmente tropas de ambos bandos, llegando incluso a permanecer algún tiempo el general Zumalacárregui.
Por parte del Ayuntamiento se apoyó al bando liberal, castigando con incautaciones y multas a los carlistas.
Dos años más tarde volvió a torear en la misma fecha haciéndolo gratuitamente ya que los beneficios fueron destinados al hospital.
[39] Durante la Restauración Española, La Rioja fue un feudo liberal y en Calahorra predominaron los alcaldes de este partido.
El candidato más votado fue César Luis Arpón (509 votos) del Partido Republicano Radical Socialista sin embargo la corporación constituida el 15 de abril eligió como alcalde a Lucio Díez San Juan del Partido Republicano Radical.
La corporación republicana tendría que hacer frente a numerosos problemas sin apenas recursos económicos.
Estos dos ríos conforman una vega especialmente fértil que está formada por terrazas fluviales muy propicias para la explotación agrícola.
A la sombra de la producción hortícola se ha desarrollado toda una industria de conservas, que en la última mitad del siglo XX ha hecho un lugar a la del calzado, en un mayor desarrollo que su ciudad vecina Arnedo.
Este museo está enclavado en pleno casco antiguo, en un bello edificio de propiedad pública.
En el año 2007 se acomete su reforma para convertirse en Museo de la Romanización e inaugurándose en 2009.
Calahorra está en el Camino de Santiago del Ebro y es la localidad donde se encuentran más referencias jacobeas.
Cruzarán la vía del ferrocarril y por la calzada romana dejarán Calahorra camino de Alcanadre.
La huerta calagurritana proporciona productos de gran calidad y permite comer durante todo el año verduras diferentes.
En invierno: cardo, alcachofa, coliflor, acelga y borraja (apenas conocidas fuera de La Rioja.
Discurre desde el polideportivo Juventud, a la plaza del Raso y vuelve otra vez al comienzo (6 km).
Calahorra está hermanada con las siguientes poblaciones a las que se les han dedicado unas plazas con sus nombres.