Siendo ya rey, Suintila derrotó a los vascones, que saqueaban la Tarraconense, consiguiendo una deditio (rendición incondicional), nunca antes lograda.
Los prisioneros fueron obligados a construir Oligicus u Ologite, que junto con Vitoria formaría una línea defensiva contra futuras incursiones.
San Isidoro de Sevilla lo presenta como el primer monarca que reinó sobre toda la Hispania peninsular al completo: "Totius Spaniae intra oceani fretum monarchiam regni primum iste potitus"[1] Otro empeño del monarca fue el de reforzar la autoridad del rey frente a la nobleza y la iglesia, que estaban logrando acumular progresivamente más poder.
Estos intentos provocaron una reacción contraria en algunos magnates y la iglesia, lo que fue el principio del fin para el rey Suintila.
En ese mismo concilio, Sisenando fue legitimado como rey y también se estableció oficialmente el carácter electivo de la monarquía visigoda.