Y además, Leovigildo no tendría por qué haber elegido para nombrar la ciudad a su hijo menor (Recaredo) en vez de a su hijo mayor (Hermenegildo, que además se fundó antes de su revuelta contra Leovigildo).
Otra posibilidad, más segura, es que al ser Recaredo un típico nombre gótico birradical sólo se emplease la primera raíz (Recas), tal y como proponía J. M. Piel, al ser la determinativa.
Según cuenta en su Chronicon Juan de Biclaro, Leovigildo habría mandado construir esta ciudad en 578, en un año en el que paró sus campañas bélicas.
Para liberarse de esta presión, se hace con atributos imperiales romanos, como acuñar monedas con su nombre y fundar ciudades.
En el siglo VIII la ocupan los musulmanes, de base étnica bereber, y se asientan en la ciudad visigoda.
La repoblación cristiana desde finales del siglo XI significa para la zona la fundación de nuevas aldeas, una de ellas sobre las ruinas del complejo palatino, y se edifica una iglesia ya en el siglo XII, que para el siglo XV es una simple ermita en despoblado, dedicada a la Virgen de la Oliva.
Estas murallas tenían una función tanto defensiva como monumental y de prestigio.
Junto con Victoriaco (Vitoria) y Oligicum (Olite) fueron las únicas ciudades de nueva construcción edificadas por los visigodos en España o por cualquier pueblo germánico tras la caída del Imperio romano.
En 2019 se identificó por georradar una estructura similar a las mezquitas de la época orientada hacia La Meca.