La advocación con más antigüedad la encontramos en Fregenal de la Sierra (Badajoz), cuyo patronazgo detenta Ntra.
[3] Dice la leyenda que siglos atrás estaba un pastor con sus ovejas en el campo junto al llamado Cerro del Rodeo.
Tres veces más ocurrió lo mismo, así que decidió ir a ver al cura del pueblo.
Obra anónima de inicios del siglo XVI, sus manos y Niño Jesús se atribuyen al escultor italiano Juan Bautista Petroni.
Siempre fue considerada su Protectora, sacándola durante siglos en procesiones de rogativas ante sequías o epidemias.
Cuenta la leyenda de la tradición oral que hacia el año 1640 unos cazadores que habitaban en un caserío ubicado en las montañas circundantes del río Saraconcho, en la Provincia de Popayán, Virreinato del Perú, en la actual Colombia subieron a la montaña buscando animales para el sustento, internándose en el bosque.
Como este suceso continuó ocurriendo en reiteradas ocasiones, se decidió construir una capilla sencilla de tapia, bahareque y paja en el mismo sitio.
Tapia López, fecha en la que se produjo un cambio de hermano mayor, recayendo esta responsabilidad en D. Juan Carlos García Infantes En 2011, SS.MM.
Posteriormente estos religiosos se trasladaron a la iglesia de San Telmo, donde recibe culto.
Originalmente la imagen era una representación de la Virgen María en la Expectación del parto, por lo cual el niño Jesús que actualmente porta fue añadido con posterioridad.
Es la imagen titular de la ermita que lleva su nombre, ubicada dentro del término municipal.
La Virgen está todo el año en la iglesia de Fuensanta, antiguo monasterio trinitario, menos tres semanas.
Tres semanas después se realiza la segunda romería, que consiste en llevar a la Virgen desde La Roda hasta Fuensanta, dónde ese día es fiesta.
Sin embargo, los numerosos milagros atribuidos a la imagen produjeron que hubiera de ser expuesta al culto público.
Mención especial requiere el camarín donde se ubica la Sagrada Imagen, atribuido a Martín de Aldehuela.
Durante ese largo tiempo la cofradía fue ganando en austeridad y perdiendo paulatinamente hermanos, llegando a ser una cofradía netamente familiar, en la cual sus escasos componentes ponían todo su empeño en que la que fuera gran devoción egabrense no cayera en el olvido, para ello Don Antonio González contó también con el apoyo de sus hijas, Pilar, Emilia, Antonia y Aurelia y sus familias.
Tras treinta años de vinculación directa con el Instituto de Formación Profesional por haber sido sus hermanos mayores Directores o personal del mismo tras las elecciones de 1995 el hermano Mayor elegido era persona ajena a este centro educativo, decayendo ya totalmente a nivel institución cualquier vinculación aunque sí que sigue incluso hoy día habiendo hermanos que tienen relación con el centro.
Por otra parte se cuenta que la imagen de la Virgen fue hallada en un nicho en el interior del árbol y esta fue traída a España.
Además, es lógico que Santo Toribio, oró ante Nuestra Señora de los Remedios al visitar este recinto sagrado.
Un cuadro del siglo XVIII, que se encuentra en la Iglesia San Marcelo, retrata a la Virgen cuando su culto tuvo su máximo apogeo en la época virreinal.
Estrecha contra su pecho al Niño, fruto de su vientre, quien con la mano derecha toca el cuello de la Madre y con la izquierda empuña una fruta cuyo cultivo está muy extendido en la región, especialmente por la etnia negra, llamada "chontaduro", el cual se ha convertido en referente cultural de la región vallecaucana y que atrae no solo por su delicioso y exótico sabor sino porque se le atribuyen propiedades afrodisiacas.
Cuentan las crónicas que la noche misma del traslado a Cali, la imagen desapareció y regresó al agreste sitio de donde con tantos trabajos la habían traído, mas finalmente fue colocada en la iglesia de la Merced, hasta cuando se le construyó su propio altar y capilla; la imagen es custodiada por dos indígenas tallados en madera y que rodilla en tierra veneran a la virgen.
Cariñosamente también la llaman sus devotos: "la montañerita cimarrona", haciendo referencia a los esclavos que, en la colonia, huían al monte para alcanzar su libertad.
Después de muchos sacrificios, Cortés y su pequeño ejército arribaron a la gran Tenochtitlán.
Durante esa retirada, abandonaron todo lo necesario para facilitar la salida y por ese motivo la pequeña imagen fue escondida bajo un maguey.
La noticia llegó a los españoles, quienes habían venerado esta imagen desde el principio de la conquista, así como los nativos, quienes encontraron en ella consuelo en medio de sus dificultades; erigieron primero una ermita en este cerrito llamado Otomcapulco.
Algunos años más tarde, la devoción a Nuestra Señora de los Remedios se fue extendiendo por todas partes y las autoridades civiles construyeron en 1575 el santuario donde hoy es venerada la imagen.
La devoción a Nuestra Señora de los Remedios se encuentra difundida por todo Hispanoamérica.
Señora de los Remedios, recuperando su policromía original, retirando hasta 14 capas pictóricas sobrepuestas, quedando finalmente hermosa, así como había llegado hace 500 años acompañando a Hernán Cortés.
Esta Virgen surgió en 1579 un 23 de abril y desde entonces siempre se ha celebrado su día festivo.