Monóvar

La palabra Monóvar se cree, con mayor lógica, que tiene una procedencia del idioma árabe.

Algunas fuentes creen también en la posibilidad de que el nombre tenga un origen latino, en la voz mons novar (monte nuevo).

Las zonas más nuevas de la ciudad se han construido en dirección a la Rambla del Salitre.

En torno a la ciudad, se encuentran varias ramblas afluentes de dicho río.

Todo el término municipal se encuentra partido en 2 por la mitad por la carretera comarcal CV-83, que lo cruza de este a oeste.

Esta meseta, con una altura media en torno a los 600 m, ocupa toda la zona central y occidental del municipio.

En el año 1328 Alfonso III dio la villa a Gonzalo García, que era su consejero y persona de confianza.

Su familia mantuvo el señorío hasta que fue vendido a Pere Maça de Liçana en 1471.

UU., Francia, Alemania, Rusia, Dinamarca, Suecia y Noruega fueron la base del desarrollo local.

La segunda mitad del siglo XX fue la de la consolidación industrial, sobre todo en el sector zapatero.

Durante el siglo XVIII la ciudad vive su mayor auge económico gracias a la industria del telar.

El número de habitantes ha ido oscilando entre los 10 000 y los 13 000 sin que se haya observado ningún repunte ni descenso brusco.

Una peculiaridad a destacar durante la última década es la llegada de inmigrantes procedentes del norte de Europa, generalmente jubilados y de origen británico, que están comprando casas y fincas en las pedanías y en zonas rurales del municipio, donde residen todo o gran parte del año.

Todas ellas son pequeños núcleos de población que se encuentran en diferentes puntos del entorno rural, y que crecieron tiempo atrás en torno a alguna parroquia, alguna masía o fincas dedicadas a la agricultura.

El pantalón es negro de paño, por la rodilla, con botonadura lateral y encaje en los camales.

La parte inferior la constituye una falda de lana hasta el tobillo, dispuesta en franjas horizontales, con plisado a la plana en vivos colores, que comprenden las gamas de rojos verdes y marrones.

El peinado se realiza con una raya al lado izquierdo, ondas muy marcadas y moño en la nuca.

La mujer monovera ha practicado con destreza desde tiempos atrás el oficio del encaje de bolillos.

Se denomina encaje a un tejido decorativo de hilos finos (metal, seda, lino, algodón, etc.), que se fabrica con aguja, bolillos, ganchillo o bien a máquina, sin tener otro tejido o red independiente que le sirva de apoyo.

Se inicia su construcción el 19 de abril del año 1751, según Pascual Madoz.

En el crucero, en el lado de la Epístola, se halla adosado un órgano construido en 1771 por Julián de la Orden y del cual se conserva la bellísima caja barroca construida por Joseph Martín.

tiene entrada propia, por el jardinet, estando su portada presidida por una imagen de la titular esculpida en 1765.

Funcionó como teatro y cine hasta que se cerró a finales de la década del los 80.

La más significativa fue la realizada en 1953, cuando se adapta para proyecciones cinematográficas y pierde su configuración de herradura.

Construida en 1734 por el maestro alicantino Tomás Terol, se sitúa sobre un montículo, al final de una calle empinada, con los cuerpos inferiores ligeramente inclinados.

Una simple decoración con bolas aparece en el último cuerpo, que remata con la característica cúpula de teja azul vidriada y una veleta.

El legado del museo – en todo su conjunto- nos ayuda entender la riqueza y variedad del patrimonio cultural monovero, estableciendo un vínculo generacional entre las sociedades de ayer y las de hoy.

Aunque la ciudad tiene una larga tradición en la elaboración de licores, actualmente no se conserva ningún obrador que fabrique licores típicos de Monóvar como el Cantueso y el anís.

Se celebra un desfile de disfraces que recorre la ciudad, con parte infantil y adulta.

Las galochetas de Monóvar son unos edificios cerrados que se diferencian del trinquete en tener dimensiones más reducidas –veinte metros de largo por tres y medio de ancho, exactamente–, porque carecen de escaleras laterales, porque cuentan con unos agujeros que forman la pared lateral y el resto, a los cuales se les denomina caixons (cajones), y porque presentan una cuerda central destensada y cuatro cajones en las esquinas del recinto.

Carta Puebla de Monóvar (1611).
Mapa de la división de términos entre Elda, Novelda y Monóvar (1719).
Iglesia San Juan Bautista
Ermita de Santa Bárbara.
Escalinata y Torre del Reloj
Castillo de Monóvar