El Bajo Campo[1][2] (oficialmente en catalán, Baix Camp) es una comarca española, situada en la provincia de Tarragona, Cataluña, que forma parte del área metropolitana de Tarragona (también llamada «Triángulo Tarragona-Reus-Valls»).
Reus ha sido la capital tradicional y la más activa hasta la primera mitad del siglo XX.
Pero Tarragona, al ser designada capital provincial, se ha visto favorecida por la instalación de numerosos servicios.
El desarrollo industrial durante las décadas 1980-2000 y la potenciación de su puerto ha puesto las dos ciudades a un nivel económico muy similar.
El Bajo Campo tiene unas condiciones naturales, topográficas y climáticas que facilitan la ocupación del territorio.
La franja costera se convirtió en el último tercio del siglo XX en una zona turística de primer orden.
Sopla con cierta violencia de octubre a abril, aunque en menor intensidad que en las comarcas del Ebro.
Los veranos son calurosos, aunque la brisa marina refresca y humedece la atmósfera durante el día.
La población del Bajo Campo, elevada ya desde el siglo XVIII, muestra que hay una gran actividad económica.
En todos los aspectos económicos hay que diferenciar dos sectores dentro de la comarca, la llanura y la montaña.
Hasta el siglo XVIII los cereales eran el cultivo más extendido, junto con la vid y el olivo.
A partir de este momento la viña aumenta, así como el algarrobo, y más adelante la patata.
Actualmente el avellano es el cultivo más característico y el dominante, sobre todo en los municipios de la mitad noroeste.
La gran expansión del avellano en los últimos cien años ha sido potenciada por la capacidad comercial de Reus, la capital comarcal.
El olivo se extendió mucho a lo largo del siglo XX y actualmente está en proceso de reducción.
En regadío se cultivan avellanos, otros frutales, como los melocotoneros, y hortalizas, como la alcachofa, la lechuga, el tomate o el frijol.
La irrigación por goteo se ha extendido mucho en los últimos años, lo que permite regar con un gran ahorro de agua.