Aparece citado por primera vez en 1154 y de nuevo en 1194 donde se hace referencia a su iglesia.
En el siglo XIII sufrió el ataque y posterior saqueo por parte de Pere dels Arcs.
A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 1615 habitantes.
Los cultivos de regadío se limitan a huertos familiares.
Muy cerca está un molino, el Molí de més Amunt, donde, según una leyenda, se encontraba escondido un tesoro dejado por los franceses.
A pocos kilómetros se encuentra la ermita de Santa Marina.
Según la tradición, las jóvenes solteras que acudían en romería al santuario encontraban pronto pareja.