[1] Comenzó su labor como escritor en castellano, aunque el grueso de su obra la escribió en catalán.
Desde muy joven se dedicó a la literatura escribiendo indistintamente en castellano y catalán.
Su poesía la escribió toda en catalán, destacando en especial Sota la sang (1947), Aurora per volsaltres (1951), El Médium (1954) y El país de les meravelles (1956).
Así describe Perucho su visión de Estambul:[3] Lo que le ha dado más fama es su obra narrativa, en la que ha sido un precursor del actual realismo mágico y del gusto por lo fantástico, siempre en una línea teñida de un cierto culturalismo erudito nada borgesiano, ameno y sumamente original en el que no escasea el humor: Libro de caballerías (1957), Las historias naturales (1960), Galería de espejos sin fondo (1963), Rosas, diablos y sonrisas (1965), Nicéforas y el Grifo (1968), Los misterios de Barcelona (1968), Botánica oculta o el falso Paracelso (1969) e Historias secretas de balnearios (1972), Les aventures del cavaller Kosmas (1981)...
También escribió un volumen autobiográfico: Los jardines de la melancolía: Memorias (1993).