La parte sudoriental del término corresponde a la sierra de los Motllats, una altiplanicie pedregosa y seca que culmina a 1036 m, y cuyas laderas están cubiertas de pinos y encinas que antiguamente se usaban para obtener carbón.La primera pasa por la Era del Rector, a 748 m, el carrer Nou, la Plaza de la Iglesia, donde se halla también el ayuntamiento y en sentido circular, el carrer de las Fonts, donde se halla el local social El Grévol, el carrer de Ponent, el carrer Major, el de la Abadía y el de las Eras, hasta el punto más alto en el centro del pueblo, las Eras del Calvario, a 770 m. Al norte del pueblo se encuentra el cementerio, por el mismo lugar por donde lo bordea la carretera.En el barranco d'en Fort se encuentra la Font del Toll y las cuevas del Grau y Argany, en una zona llena de riscos calcáreos donde se puede encontrar alabastro.En 1820 Capafons debe aportar a las tropas unas 24 arrobas (275 kilos) semanales de trigo.Las cantidades van subiendo hacia 1813 para abastecer a los húsares franceses de Reus.Acabada la guerra en 1814 se dictan normas para que la gente vuelva a sus pueblos y evitar saqueos en tierras ajenas.[9] Durante la tercera guerra carlista, surge la figura del Niño de Prades, que había aprendido las artes de la guerrilla con las tropas del teniente coronel José B. Moore con solo diecisiete años, y que hacia 1874, con diecinueve años, tras la retirada carlista de esta zona, formó un grupo guerrillero que actuó por tierras de Prades, saqueando pueblos, incluido Capafons, hasta su muerte en 1875.[10][11] Algunos nombres conocidos de Capafons pertenecen a las familias que poseyeron más tierras en el pueblo, como Balaña i Pocurull, que figuran en las listas de los represaliados durante la guerra civil española.[15] Como se puede ver, la población ha ido menguando desde su momento álgido, en 1855, cuando la desamortización requisa el patrimonio eclesiástico que pertenecía al pueblo.Debido a la actividad turística, que ofrece numerosas rutas de montañas, hay varios alojamientos en el pueblo: el hotel Davall Plaça,[16] el albergue Somianatura[17] y la casa rural Cal Llarg.En la hornacina central hay una imagen de la Virgen que fue arrancada en los años 30 y retornada más tarde.La ermita estuvo mucho tiempo abandonada hasta que se restauró en la década de 1960.En los bajos del ayuntamiento hay un horno de pan del siglo XIII que se ha conservado de forma excepcional y que se puede visitar.Estuvo en funcionamiento hasta 1985 con los mismos elementos de la Edad Media.[19] Cal Macià es la única casa con fachada histórica del pueblo, en la calle de la Abadía, junto a la iglesia vieja.En la pared del cementerio viejo, que se encuentra entre las calles Abadía y Nou y donde ahora hay un parque infantil, se puede observar en el lado del carrer Nou, una cruz esculpida que podría ser una cruz cátara, que mostraría la presencia de algunos núcleos cátaros en las montañas de Prades.Capafons conserva una tradición culinaria que se ha perdido en otros lugares de montaña.
Can Balañà
Imagen de la Virgen en la fachada de la iglesia de Santa Maria de Capafons
Escudo con la paloma en Cal Macia, casa de un recaudador de impuestos que ha sido relacionada con la figura de
Cristóbal Colón
, al asociarse con la palabra
colom
, que significa paloma en catalán.