Además, en las laderas del cerro se ha encontrado cerámica medieval durante labores agrícolas.
[1] Durante la Edad Media se trata de un área poco poblada.
En esta venta medió el párroco Juan Francisco Correas y supuso la concentración de las tierras del pueblo en dos propietarios y una gran fragmentación del resto.
La imagen de la patrona sale procesionada por las calles del pueblo.
A lo largo de tres días, siempre con un rito que marca perfectamente los pasos, el alabardero, el tamborilero, los tiradores con sus carabinas y las banderas recorren el pueblo.
El Domingo de Resurrección se realiza el Encuentro entre la Virgen y el Niño Jesús, portadas sus imágenes en andas por personas de distinta edad —más jóvenes las del Niño—, y ante ambos se quema el muñeco de Judas, que simboliza todo lo malo, ya sea general o particular.