Jimena (Jaén)

Numerosos hallazgos epigráficos y constructivos demuestran que este asentamiento ostentaría algún tipo de estatus romano como Municipium.

En época árabe se produjo una intensa ocupación del término municipal de Jimena por pequeñas poblaciones rurales o alquerías.

Esta población contaba con varias fortificaciones para refugio, Fuente del Moro, Cerro Alcalá o el que se menciona en las crónicas como San Istibin o San Astabin, topónimo que ha quedado en un paraje próximo a Jimena, Santisteban.

Según las crónicas este fue uno de los castillos en los que se rebelaron los Banu Hábil contra el poder del emir cordobés.

Terminados estos sucesos fue vendida por el emperador Carlos V a su secretario don Francisco de los Cobos.

Cuenta la voz popular que esta advocación mariana se apareció, en el mes de agosto, al escribano real Luis Martínez.

Al encontrarse Luis Martínez la imagen en el año 1600, se alzó en el mismo lugar de la aparición dicha ermita, que mejor podría llamarse "cueva" o "nicho" y allí estuvo la imagen por muchos años, hasta que el pueblo decidió edificar un verdadero templo.

El pinar de Cánava, con Jimena al fondo.
Pinturas rupestres de la Cueva de la Graja .