El nombre es una castellanización del original francés Palais des Tuileries, cuya traducción correcta sería Palacio de las tejerías, nombrado así por las fábricas de tejas (tuiles en francés) que existían antiguamente en lo que luego sería el emplazamiento del palacio, las cuales se derruyeron para permitir su construcción.
La profusa decoración escultórica de las fachadas, típica del renacimiento francés, recordaba al Ala de Francisco I en el Blois o a la fachada que Pierre Lescot había construido pocos años antes en el Louvre.
[Nota 1] Lo más probable, no obstante, es que el proyecto avanzara con lentitud a causa de la inestabilidad política, los conflictos religiosos y ciertas dificultades económicas.[Fo.
En el centro de dicha ala había un pabellón cubierto por una cúpula elíptica, al sur el llamado Pavillon Bullant en honor a su arquitecto, y al norte un pabellón inacabado del que solo se llegó a construir la planta baja.
[5] Catalina de Médicis falleció en 1589 y su hijo Enrique III murió asesinado el mismo año.
Entre 1595 y 1607 se construyó una larga galería, la Grande Galerie, paralela al río Sena, que unía ambos palacios.
Dichas obras se prolongaron bajo el reinado de su hijo y sucesor, Luis XIV.
Así pues, al escenógrafo Giovanni Niccolò Servandoni se le permitió vivir en el palacio y abrir, en 1739, una exposición de "panoramas" (dioramas) en la antigua Salle des Machines.
11] Cuando en 1763 un incendio destruyó sus instalaciones en el Palais Royal, la Opéra de París se vio obligada a buscar una nueva sede.
El auditorio de la vieja Salle des Machines permaneció inalterado, usándose como almacén para decorados.[Fo.
Paradójicamente, fue durante la Revolución francesa cuando el palacio de las Tullerías se convirtió en residencia real y adquirió relevancia como centro del poder político.
En un principio, la instalación de la familia real en el vetusto palacio no fue fácil, al encontrarse éste habitado por numerosos cortesanos y artistas a los que los anteriores monarcas había cedido los espacios.
14] Con excepción del verano de 1790 que pasaron en Saint-Cloud, la familia real viviría en las Tullerías durante tres largos años.
Ese mismo día, mientras las Tullerías eran saqueadas y la Guardia Suiza masacrada, la Asamblea votó la "suspensión" de Luis XVI, encarcelado días más tarde, junto con su familia, en el Temple.
21] En 1808, los arquitectos, se concentraron en los aposentos privados del emperador y la emperatriz, ampliándolos dos nuevos dormitorios en el Pavillon Bullant, sendos dormitorios recibieron un suntuoso mobiliario style Empire que hoy se conserva en el Grand Trianon.[21][22][Fo.
23] En 1810, las Tullerías alcanzaron su cenit cuando fueron escenario de la boda entre Napoléon y la archiduquesa María Luisa, el cortejo nupcial partió del palacio y recorrió toda la Grande Galerie hasta el Salon Carré del Louvre, donde se celebró la misa nupcial.
Durante dichos meses, Napoleón I prefirió la intimidad del Élysée a la magnificencia de las Tullerías, que habitó raramente.
[33] Menos suerte tuvieron los sirvientes de palacio, cuando el ujier Edmond Marc volvió a las Tullerías a recoger sus pertenencias y pidió las llaves de su cuarto al portero, le dijeron que no eran necesarias porque la turba había arrancado todas las puertas.
[34] Carlos X refugiado en Rambouillet con su familia, abdicó en su sobrino, el conde de Chambord y partió al exilio.
Luis Felipe I, al que se apodó "Le Roy Citoyen" (el Rey Ciudadano), decidió marcar distancias con sus predecesores y renunciar a cierta parte de la extensa Maison du Roi y a nombrar altos cargos de honor, del mismo modo se negó a habitar el appartement del rey en el primer piso, prefiriendo compartir con su esposa los aposentos de la planta baja.
El gobierno provisional se vio forzado a pintar en los muros del palacio "Les voleurs sont punis de mort" ("Los ladrones serán ejecutados").
Reconvertidas en residencia imperial, las Tullerías bajo el Segundo Imperio experimentaron su último periodo de esplendor.
En 1858, Hector Lefuel (arquitecto del palacio desde 1852) acometió una importante transformación de los aposentos imperiales, la loggia y terraza sur que Le Vau había construido desaparecieron para dejar paso a nuevas estancias para la pareja imperial.[Fo.
Dichos salones pueden considerarse como el ejemplo más perfecto de aquello que se llamará style Louis XVI-Impératrice, en otras palabras el típico ejemplo de decoración Segundo Imperio, que mezclaba revivals históricos, antigüedades y muebles nuevos y confortables con tapicerías capitoné.
Los arquitectos Louis Visconti y, tras su muerte en 1853, Hector Lefuel fueron responsables de dirigir el primer proyecto faraónico del reinado.
Una articulación similar siguieron las fachadas de la Grande Galerie y, además, se construyó un monumental pórtico en la parte central que comunicaba con la Cour du Carrousel.El interior sufrió cambios en su distribución, en el pabellón y en la parte tomada a la antigua Grande Galerie se proyectó un appartement para soberanos extranjeros de visita.
Asimismo, se añadió, cara a la Cour du Carrousel un nuevo pabellón (el Pavillon des Sessions)[54] que debía contener una amplia sala del trono en sustitución de la Salle des États del Nouveau Louvre (ver más arriba).
Del mismo modo tampoco se llegaron a empezar las transformaciones que Lefuel proyectó para el núcleo del palacio, incluyendo nuevas fachadas parecidas a las de la Grande Galerie, una nueva capilla o una monumental escalera.[Fo.
Al día siguiente se produjeron los primeros disturbios en París, la muchedumbre invadió el Hôtel de Ville y proclamó la república.
El emblemático diario Le Figaro, por ejemplo, regaló a sus abonados pisapapeles hechos con fragmentos de mármol del palacio.