[5] Dada su situación dentro de la ciudad es un lugar concurrido por turistas y habitantes locales.
El parque acoge varios eventos y manifestaciones, como los rendez-vous aux jardins (Encuentros en los jardines) y las foires internationales d'art contemporain (FIAC) (Ferias internacionales de arte contemporáneo, FIAC).
En cuanto a su vegetación, en el siglo XVI cerca del 71 % de la superficie del sitio fue plantada, y hoy en día sólo queda un 42 % de esa área verde.
En los años 1605-1625 se agregaron una orangerie y una magnanerie (gusanos de seda).
[10] El rey Enrique III (r. 1574-1589) se vio obligado a huir de París en 1588, y los jardines cayeron en mal estado.
También construyó un lago ornamental rectangular de 65 metros por 45 metros con una fuente abastecida de agua por la nueva bomba llamada La Samaritaine, que había sido construida en 1608 en el Pont Neuf.
Aunque Enrique IV nunca vivió en el palacio de las Tuilieries, que estaba en constante reconstrucción, usaba los jardines para relajarse y hacer ejercicio.
[11] El nuevo rey Luis XIV (r. 1643-1715) rápidamente impuso su propio sentido del orden en los jardines de las Tullerías.
Sus arquitectos, Louis Le Vau y François d'Orbay, finalmente terminaron el palacio de las Tullerías, convirtiéndose en una verdadera residencia real.
[8] y André le dio la apariencia que se conservará, en líneas generales, hasta la actualidad.
Los jardines de Le Nôtre fueron diseñados para ser vistos desde arriba, desde un edificio o desde una terraza.
Cruzó estos tres paseos principales con pequeños caminos, para crear compartimentos plantados con diversos árboles, arbustos y flores.
Otras estatuas de Nicolas y Guillaume Coustou, Corneille an Clève, Sebastien Slodz, Thomas Regnaudin y Coysevox se colocaron a lo largo del Grande Allée.
Una placa, localizada hoy a la derecha tras entrar en el jardín, marca la memoria de este evento.
Se abrieron pequeños puestos de comida en el parque, y se podían alquilar sillas para los caminantes en el paseo grande a cambio del pago de dos sous.
A la reina María Antonieta y al Delfín se les concedió una parte del jardín para su uso privado, primero en el extremo oeste de la Promenade Bord d'eaux, luego en el borde de la entonces plaza Louis XV.
El proyecto de David y Saint-Hubert nunca se completó.
Todo lo que queda hoy son las dos exedras, los muros bajos semicirculares coronados con estatuas en los dos estanques en el centro del jardín.
[22] Esta nueva calle también tomó parte de la Terrasse des Feuillants, que había sido ocupada por cafés y restaurantes.
Amplió su reserva privada en el jardín más al oeste hasta el paseo norte-sur que cruzaba la gran cuenca redonda, de modo que incluyó los dos pequeños estanques redondos.
[23] creando un patio de recreo para su hijo, el Príncipe Imperial.
También hizo construir en las esquinas occidentales del jardín dos pabellones gemelos: Erigió una nueva balaustrada de piedra en la entrada oeste.
La fabricación dejó las Tullerías por la estación del Este después de un bombardeo prusiano.
Una bandera roja ondeaba sobre el Palacio, que podía ser visitado por cincuenta céntimos.
Las pinturas de Monet, Nenúfares, quedaron seriamente dañadas durante la batalla.
[26] En 2000, se agregaron obras de artistas vivos, como Magdalena Abakanowicz, Louise Bourgeois, Tony Cragg, Roy Lichtenstein, François Morrellet, Giuseppe Penone, Anne Rochette and Lawrence Weiner.
Otro conjunto de tres obras de Daniel Dezeuze, Erik Dietman and Eugène Dodeigne, llamado Prière Toucher [Se ruega tocar], se agregó al mismo tiempo.
A principios del siglo XXI, los arquitectos paisajistas franceses Pascal Cribier y Louis Benech trabajaron para restaurar algunas de las primeras características del jardín de André Le Nôtre.
[32] Los originales de algunas estatuas han sido en general reemplazados por copias, sobre todo para preservar esas obras que luego fueron recolocadas en áreas cubiertas (es el caso del Lion au serpent de Antoine-Louis Barye, sustituida por una copia desde 1911),[33] a veces para permitir la repatriación a los museos o parques donde estaban anteriormente: ese fue el caso, por ejemplo, del Hércules Farnesio y de la Flora Farnesio distribuidos en el parque de Sceaux (en la orangerie en el caso de los originales).
Sin embargo, algunas estatuas, originalmente instaladas en el Jardín, no han sido reemplazadas después de su traslado: este es el caso del Spartacus brisant ses chaines, de Denis Foyatier, instalada en 1831 y transferida al Louvre en 1877.