En el periodo clásico, se había acentuado su papel como salvador de la humanidad, pero también poseía defectos mortales como la lujuria y la avidez.
Esta copia, fue hecha para formar pareja con el Hércules Farnesio, y decorar las Termas de Caracalla.
Según una carta de Guglielmo della Porta, discípulo de Miguel Ángel, que fue quien hizo las gestiones para el cardenal Farnesio, la cabeza se encontró separada del cuerpo, en un pozo del Trastevere.
La mano y el antebrazo izquierdo, que faltaban, fueron sustituidos por una reconstrucción en yeso.
Destinada a coronar una de las dos columnas que formaban el primer monumento civil erigido en la ciudad.
[2] El Hércules Farnesio fue tan célebre, que en los siglos XVII y XVIII se hicieron copias en toda Europa.