Monarquía constitucional francesa

La monarquía constitucional francesa hace referencia al breve sistema de gobierno instaurado en Francia en 1791.

[4]​ Esto afectó profundamente al devoto Rey, y en vista que sentía la impotencia a la que había quedado su autoridad, adoptó una política de duplicidad sistemática, pues aunque públicamente aceptaba las decisiones de la Asamblea Nacional, privadamente conspiraba para huir de París y someter a los revolucionarios.

La fuga dio ocasión a que se desarrollara un movimiento republicano que exigía que se enjuiciara y castigara al Rey, pero la manifestación el 17 de julio en el Campo de Marte por el Club de los Cordeliers para pedir la deposición del Rey fue dispersada por la Guardia Nacional.

Finalmente se hizo admitir la ficción de que el Rey Luis XVI había sido raptado por los aristócratas.

Afirmó la soberanía nacional, mientras que la autoridad real quedó supeditada a la de la ley.

Confirmó la separación de poderes, el poder legislativo correspondía a una Asamblea Nacional Legislativa unicameral de 745 miembros elegida por dos años e indisoluble; el Rey quedó encargado del Poder ejecutivo de la voluntad de la Asamblea, pero sin poder legislativo ni financiero,[9]​ el rey no podía disolver la Asamblea, pero tenía derecho a veto suspensivo durante cuatro años, a las leyes que juzgara injustas o inconvenientes.

[12]​ Por otra parte, el rey retuvo su inmunidad, aunque sus decretos requerían la firma del ministro, quedó responsable de la política exterior, jefe de las fuerzas armadas y tenía autoridad para designar y revocar a sus ministros.

[14]​ El Club des Feuillants de tendencia monárquica y dirigidos por Barnave tenían 264 diputados, los jacobinos, de tendencia republicana, tenían 136, y el resto, 350 diputados, eran constitucionalistas, aunque desconfiaban del rey.

Pero la Asamblea también sospechaba del rey especialmente tras la huida de Varennes y se veía en la responsabilidad de vigilar al poder ejecutivo del rey, y es por ello por lo que creó la Asamblea unos comités permanentes.

Por su parte, el Rey no confió en los émigrés porque socavaban la credibilidad de la posición del rey como monarca constitucional dentro del país, y podrían causar una guerra civil en Francia.

La Asamblea votó un decreto para reclutar una tropa de 20.000 voluntarios, pero Luis XVI impuso su veto a la leva.

Pero Luis XVI despidió a los ministros girondinos el 13 de junio e insistió su veto.

Esto condujo a la crisis que precipitó la caída de la monarquía.

Luis XVI jurando fidelidad a la Constitución de 1791 sobre el altar de la patria , de Guy Brenet .