El título surge en las monarquías hereditarias, y ha sido usado en Inglaterra (actualmente en el Reino Unido) por lo menos desde 1577.
El término se aplica únicamente a la madre del actual monarca, que anteriormente era reina consorte (es decir, que llegó a formar parte de la dinastía reinante por haberse contraído matrimonio con el anterior rey).
La reina madre suele ser apoyada a lo largo de sus años restantes y se le conceden honores como familiar del monarca, pero no tiene una posición o poder oficial.
En muchas sociedades matrilineales del África Occidental, tales como los Ashanti, es la reina madre a través de quien se origina la descendencia y por lo tanto ejerce un poder considerable.
Si bien, solo en el caso austrohúngaro se ha concedido este título de forma oficial (en alemán: Kaiserinmutter).