Ruente

[4]​ No hay un gentilicio común a todos los habitantes del municipio, ya que en cada pueblo existe uno diferente.

Aprobado por Real Decreto en 1978, en él, se representa lo más característico del municipio como sus bosques, su fauna y su mitología.

[11]​ Geológicamente Ruente se inscribe en el borde oriental del macizo Asturiano, dentro de la cuenca de Cantabria; una amplia cuenca sedimentaria plegada durante la orogenia alpina que se caracteriza por relieves poco agrestes dominados por materiales del cretácico inferior.

Se trata de una línea prácticamente recta que tiene continuación al este y oeste, hacia donde gana altura.

En este segundo tramo las pendientes son progresivamente más pronunciadas, salpicadas de pequeños escarpes rocosos donde afloran las areniscas y lutitas triásicas.

[13]​ La segunda unidad de relieve, en esta descripción hacia el sur, la conforma la vega del río Saja.

Así mismo, en estas zonas de altitud, el clima se recrudece experimentando menores temperaturas y precipitaciones ligeramente superiores.

La temperatura media de la región ha aumentado en los últimos cincuenta años 0,6 grados, mientras que las precipitaciones ha experimentado un descenso del diez por ciento.

Y todo indica que las fluctuaciones intra-estacionales del régimen termo-pluviométrico fueron más intensas durante el periodo 1981-2010.

En la zona española de esta región, predominan las especies vegetales medioeuropeas, boreo-alpinas, euroasiáticas y subatlánticas, junto a algunos endemismos ibéricos.

Esta subdivisión se caracteriza por albergar algunos endemismos noroccidentales de la península ibérica ligados a suelos pobres, como la Erica mackaiana, la Linaria triornithophora o la Omphalodes nitida.

El origen de estas especies termófilas se encuentra en los refugios templados presentes en la región durante la última glaciación.

[28]​ En los lugares menos expuestos a las crecidas, se desarrolla el bosque de ribera, con especies com los sauces (Salix atrocinerea, S. ealeagnos y S. caprea), alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus excelsior), arces (Acer campestre), olmos (Ulmus glabra), chopos (Populus nigra), abedules (Betula pubescens) y hasta robles (Quercus robur), castaños (Castanea sativa) o hayas (Fagus sylvatica).

El estrato arbustivo lo componen avellanos (Corylus avellana), cornejos (Cornus sanguinea), majuelos (Crataegus monogyna), saucos (Sambucus nigra); mientras que en el herbáceo predominan los helechos (Dryopteris dilatata, Dryopteris filix-mas, Blechnum spicant, Osmunda regalis), acompañados de primaveras (Primula vulgaris, P. veris), consuledas menores (Symphytum tuberosum), ortigas rojas (Lamium purpureum), pulmonarias (Pulmonaria longifolia), orejas de monte (Saxifraga hirsuta) o androsemos (Hypericum androsaemum).

A ellas se asocian escajos (Ulex gallii, U. europaeus), que son las plantas más características de los motes deforestados.

Otras plantas como la lechera (Polygala vulgaris), la carrasquilla azul (Glandora prostrata), el cardo del brezal (Cirsium filipendulum), la hierba de los tintoreros (Serratula tinctoria), la satirión real (Dactylorhiza maculata), diversas gramíneas (Alpagrostis setacea, Arrhenatherum thorei, Molinia caerulea, Pseudarrhenatherum longifolium) y alguna umbelífera (Silphiodaucus prutenicus).

[31]​ Los bosques, antaño el paisaje vegetal dominante, hoy se ven considerablemente reducidos y simplificados por la actividad humana.

En ellos la cajiga (Quercus robur) es la especie dominante, mientras que el haya (Fagus sylvatica) llega a serlo solamente donde la presión ganadera es menos intensa.

En las zonas de predominio del roble, hay un densos sotobosque de helechos (Pteridium aquilinum, Blechnum spicant, Dryopteris filix-mas, D. dilatata), escajos (Ulex gallii), brezos (Erica vagans, E. cinerea, Calluna vulgaris) y hierbas como el melampiro (Melampyrum pratense) o el escordio bastardo (Teucrium scorodonia); mientras que en los dominios del haya, el sotobosque es muy escaso, formado prácticamente solo por acebos y plantas humbrófilas como la acederilla (Oxalis acetosella) o la anémona de bosque (Anemone nemorosa).

La afluencia forastera se incrementó en el transcurso del siglo en lo que parece una deliberada política de poblamiento efectuada por la monarquía astur en toda la región.

Inicialmente, las gentes procedentes del norte de la meseta, se adaptaron a esta realidad social integrándose en la organización en clanes, pero traían consigo otras formas de organización social, económica, cultural e incluso política que se irían asimilándo en los siglos siguientes.

Durante este tiempo las viviendas se levantaban con madera y restos vegetales para las cubiertas mientras que las construcciones más sólidas estaban vinculadas a edificios religiosos o defensivos.

En cuanto a la organización territorial, los Valles de Cabuérniga y Ucieda aparecen desde un principio como entidades civiles diferenciadas e independientes entre sí.

La población de Ruente durante los siglos XVIII, XIX y la primera mitad del XX se mantiene estable en torno a los 1160 habitantes con un perfil demográfico joven.

Posteriormente sufre una tendencia demográfica descendente que culmina tras alcanzar los 937 habitantes a principios de los año noventa del siglo XX.

Está compuesto por el alcalde, a cargo del poder ejecutivo, y nueve concejales, que ejercen como poder legislativo.

En cuanto a la industria, de escasa tradición en el municipio, aunque existen varias empresas dedicadas al mueble.

[103]​ Localizado en las antiguas escuelas de Ucieda, este espacio ofrece acceso gratuito a internet los lunes y miércoles.

Se trata de una casa solariega con una capilla, construida a finales del siglo XIX, en estilo neoclásico con marcados rasgos barrocos y arquitectura montañesa.

Tras su rehabilitación la capilla es utilizada como consultorio médico y biblioteca municipal, mientras que la casa palacio permanece cerrada.

Escudo heráldico de Ruente.
Efecto Fohen en la Sierra de El Escudo de Cabuérniga
Pozo del Infierno en el río Viaña
Brezales mixtos de Calluna vulgaris
Hayas y cajigas en el Monte Ucieda
Nacimiento de La Fuentona en Ruente
Barcenillas visto desde la Sierra del Escudo de Cabuérniga
Lamiña vista desde la Sierra del Escudo de Cabuérniga
Puente medieval en Ruente
Vista aérea del pueblo de Ruente
Casa consistorial
Palacete de Mier
Casona de la Nogalera y bolera de Ruente
Fiesta del cocido en Ucieda
El cocido montañés , plato más representativo de la gastronomía cántabra.
Iglesia de Saint-Martin, en Savignac