La Marina es el nombre que recibe tradicionalmente la zona de Cantabria (comunidad autónoma de España) volcada el mar, en contraste a La Montaña, su parte interior.
El Plan Regional de Ordenación del Territorio de Cantabria, en su capítulo 2, define La Marina como un medio físico distinguible, de clima y relieve más suaves que la Cantabria interior, y con un desarrollo poblacional más elevado.
Los monasterios, en ambos territorios, controlaban entonces los recursos pesqueros marítimos y fluviales.
[3] Las fronteras entre Marina y Montaña suelen fijarse geográficamente en la sierra del Escudo de Cabuérniga, sistema montañoso que corta los valles cántabros, en general perpendiculares al mar, y a partir de la cual la cordillera Cantábrica abandona el relieve escarpado por uno mucho más suave, que desciende escalonadamente hasta la costa sin sobrepasar, salvo excepciones, los 200 m s. n. m.[4] Dichas tierras emergieron del mar durante la era Cuaternaria y fueron progresivamente erosionándose a partir de sus fracturas, por lo que las depresiones actuales son coincidentes con las líneas de falla.
Sus alturas se denominan genéricamente Sierras Litorales, que engloba a las sierras de Udías-Novales, Camargo, Peña Cabarga, Monte Buciero y Cerredo.