Behetría

El término behetría procede del bajo latín benefactoría, a través de benefetria y benfectria.

[1]​[a]​ Según Corominas, se puede decir que una behetría era «una población cuyos vecinos tenían derecho a elegir su señor», eligiendo como tal a quien les hiciera más bien; el labriego que habita esa población recibe el nombre de «hombre de behetría» (homines de benefactoria).

Las behetrías aparecen refrendadas en los compendios legislativos efectuados por Alfonso X:[4]​ Aunque hay algunas behetrías esporádicas en los reinos de León y Galicia, estas son características del reino de Castilla, al norte del río Duero, durante la Edad Media.

Los habitantes del pueblo podían elegir a su señor y pactar las condiciones del contrato (el señor ofrecía la protección y la superestructura organizativa, mientras que los labriegos pagaban ciertas prestaciones).

Aun reconociendo el valor informativo del Becerro de las Behetrías, este quedó sin terminar y no es muy explícito acerca de los derechos señoriales o reales.

Becerro de las Behetrías
edición de 1886