En 1481, las hermandades de la merindad pertenecientes a la acutal Cantabria se constituyeron en una unidad propia, dando lugar a la Merindad de Campoo.
[1][2] Abarcaba geográficamente una zona delimitada por el norte por el nacimiento del río Ebro y el valle alto del río Besaya; los valles de Perapertú y Brañosera, y por el sur hasta San Quirce de Riopisuerga.
[5] El abadengo de Santa María la Real se vio muy perjudicado por estas enormes concesiones del rey a su hijo: 28 lugares y villas sobre los que el monasterio ostentaba posesiones y derechos le fueron adjudicados a don Tello.
[7] Este hecho provocó una importante pérdida territorial e institucional para el abadengo.
[10] En 1481, las hermandades de la merindad pertenecientes a la acutal Cantabria se constituyeron en una unidad propia, dando lugar a la Merindad de Campoo.