Canto de ronda
En el municipio madrileño de Robledo de Chavela, por ejemplo, son típicas las seguidillas y jotas tocadas durante las rondas que hacen los quintos en la noche del sábado anterior al domingo de Semana Santa en el que se celebra la fiesta del Judas.Actualmente apenas se dan estas rondas debido a la ausencia de gente joven o "moza" en el lugar.Ésta solía ir formada por un par de laúdes, una guitarra, un rabel, varias botellas de anís, un almirez, una caña y un cántaro (en cuya boca se golpeaba con una suela de alpargata para hacerlo sonar).Para rondar era necesario pagar a los mozos, aunque fuese algo tan insignificante como un paquete de cigarros.Los cantos y bailes que acompañaban a estas celebraciones se conocen como Cantos de ronda, y son muy variados, dependiendo de la zona geográfica, variando desde la jota, la cascabelera (variante en la cual, a los instrumentos habituales del canto de ronda se le incorporan los cascabeles, tratando las letras habitualmente de temas rondeños o campesinos), o la seguidilla.