Manuel Llano
Se casó en 1923 con María Lázaro Saiz, y en 1928 estrenó la obra musical La jila, que se representó en Santander (ocasión en la que conoce a Azorín, en Barcelona, Sevilla y Valladolid.Este último le ayudó a encontrar trabajo en una imprenta como corrector de pruebas, trabajo que mantuvo hasta 1933 y que le proporcionó la estabilidad económica necesaria para permitirle desarrollar su talento literario.En ella muestra su dominio de la lengua montañesa y su afición por los temas folklóricos.[2] Durante los años de la Guerra Civil trabó amistad con un círculo de intelectuales jóvenes con los que participaba en tertulias literarias, y quienes le ayudaron a conocer la literatura universal y española.Fue en estos encuentros, fundamentalmente en la Biblioteca Menéndez Pelayo y el Café Suizo de Santander,[3] cuando forjó su amistad con los escritores también montañeses Germán Bleiberg y Francisco Obregón Barreda, prestándole este último muchos libros sobre todo de autores rusos y de la sueca Selma Lagerlöf.