El invierno en Cantabria suele alternar entre dos tipos de comportamiento: Junto a la costa las temperaturas medias invernales rondan los 10 °C mientras en Potes estas se sitúan en torno a los 8 °C y en Reinosa la temperatura media invernal es de 4 °C.
La primavera en Cantabria es un periodo de cambio con grandes contrastes (sol, lluvia, frío y calor en el mismo día).
A medida que avanza la primavera son más frecuentes las tormentas, sobre todo en el interior.
El clima es muy suave, tanto en temperatura como en viento y precipitación, caracterizándose por una mayor duración del tiempo estable con vientos del nordeste, no sin alternar con episodios de tiempo fresco y húmedo generalmente de corta duración, especialmente en junio.
En el litoral, al verano le cuesta mucho entrar y lo hace muy tímido y dubitativo, no es hasta mediados de julio cuando se aprecia el verano en todo su esplendor, que se suele mostrar repentino, vivo, escaso e intermitente por estas fechas.
En octubre se producen las primeras heladas en los valles del interior y aparece la nieve en las cumbres de las montañas más altas.
[1] Algunos datos pluviométricos de interés: Utilizando valores mensuales, el régimen termométrico anual es regular, con los valores medios más altos en agosto y los más bajos en enero, con un ligero desfase -estimado en unos 10 días- entre el litoral y el interior, debido a la inercia térmica del mar, Cano R.(1993).
Como se puede apreciar en la figura, el régimen termométrico presenta por un lado temperaturas suaves todo el año en las regiones litorales, con una escasa oscilación anual, mientras que por otro lado en las zonas altas de las vertientes de los ríos Ebro y Duero las temperaturas son más rigurosas, especialmente en invierno, presentando una oscilación anual propia del clima continental.
Como norma general, válida para toda la región, se observa un descenso térmico con la altura de unos 0,5 °C cada 100 metros.
El ábrego es más frecuente en otoño e invierno y suele ser el preludio de un brusco cambio de tiempo ya que las borrascas que lo generan suelen desplazarse hacia el este empujando un frente frío que, cuando y donde llega, gira el viento rápidamente a noroeste - primo hermano del ábrego, llamado en Cantabria ‘’gallego’’-, trayendo nubes bajas, lluvia y una brusca caída de temperatura.
Otro viento muy conocido en La Marina de Cantabria es el nordeste, siempre asociado a tiempo anticiclónico, que despeja los cielos y hace bajar las temperaturas tanto en verano como en invierno.
En invierno, el efecto de la brisa es despreciable y apenas modifica su comportamiento, por lo que el ciclo diurno es menos notorio.