El sucesor de Asparukh, Tervel (r. 700/701-718/721), fijó las fronteras y consolidó su posición en los Balcanes, convirtiéndose en una gran potencia militar.
Tras derrotar y asesinar al emperador bizantino Nicéforo I en la batalla de Pliska (811)[8] Krum duplicó el territorio del país.
Su plan, que estuvo cerca de ver realizado, era unificar bajo su poder las monarquías búlgara y bizantina.
Bulgaria permanecería bajo la autoridad de Constantinopla durante casi dos siglos, entre 1018 y 1185, cuando se fundaría el Segundo Imperio búlgaro.
Logró una brillante ósmosis entre sus diferentes componentes, adoptando el nombre de su nobleza fundadora (en búlgaro: България y en griego: Βουλγαρία, Bulgaria,[17] nombre oficial del estado desde su fundación[18]), la lengua de la mayoría eslava de sus súbditos y la fe cristiana del rito griego, una síntesis del tengrianismo y la mitología eslava que dio origen a un cristianismo nacional que influiría en sectas gnósticas surgidas en la región siglos posteriores.
Posteriormente, como una reacción contra las influencias bizantinas en la iglesia, la influyente secta de los bogomilos nació en Bulgaria en la mitad del siglo X.
Durante las invasiones hunas de Europa central y oriental, grupos túrquicos llamados protobúlgaros se asentaron en la región.
La teoría establecida es que los protobúlgaros están relacionados con los hunos y se originaron en Asia central, pero su etnia no está totalmente clara.
No obstante, la llamada «teoría huna» es apoyada todavía con vehemencia por algunos historiadores que basan su tesis en documentos existentes y fuentes.
Había varias (probablemente más de 100) familias aristocráticas cuyos miembros, llamados boila (bóyares) portaban títulos militares y formaban una clase gobernante.
La religión de los protobúlgaros es desconocida, pero se supone que era monoteísta, venerando al dios túrquico del cielo Tangra.
[23] El sucesor de Asparuh, Tervel ayudó al depuesto Emperador Bizantino Justiniano II a recuperar su trono en 705.
Sin embargo, tres años después, Justiniano intentó recuperar por la fuerza estas tierras, pero fue derrotado en la batalla de Anquialo (708).
En la batalla decisiva, los búlgaros masacraron a 30 000 árabes[25] y Tervel fue aclamado salvador de Europa por sus contemporáneos.
Tras su muerte, el kanato cayó en una larga crisis política durante la que el país estuvo al borde de la destrucción.
Existían dos facciones principales: algunos nobles querían una guerra contra los bizantinos, mientras que otros buscaban una salida pacífica al conflicto.
[31] El emperador bizantino Nicéforo I resultó muerto junto con la mayor parte de sus tropas, y su calavera fue usada como copa para beber.
[32] Krum tomó entonces la iniciativa y llevó la guerra hacia Tracia, derrotando nuevamente a los bizantinos en la batalla de Versinikia[33] en 813.
[38] Entre 839 y 842 los búlgaros iniciaron una guerra contra los serbios, pero no lograron ningún avance en esos tres años.
La extensa respuesta papal fue enviada a Boris junto con dos obispos designados para facilitar la conversión del pueblo búlgaro.
Aunque el Knyaz búlgaro consiguió finalmente asegurar la autonomía de su iglesia, el alto clero y los libros teológicos usaban aún el griego, lo que dificultaba la conversión del pueblo llano a la nueva religión.
El Knyaz les encomendó la creación de dos academias teológicas donde se instruiría al clero búlgaro en lengua vernácula.
[48] Simeón esperaba tomar Constantinopla, y lanzó varias campañas contra Bizancio a lo largo de su reinado (893-927).
Tras esta victoria, las fuerzas búlgaras prosiguieron su avance, derrotando a los restos del ejército bizantino en Katasyrtai.
[63] Tres años después, el emperador bizantino Juan I Tzimisces intervino en la contienda y derrotó a Sviatoslav durante el Sitio de Dorostolon.
Después de eso, Boris II fue solemnemente destronado en Constantinopla[64] y Bulgaria oriental se convirtió en un protectorado del Imperio.
Tras la intervención bizantina, las tierras al oeste del río Iskar permanecieron libres y los hermanos Cometopuli encabezaron la resistencia contra las fuerzas imperiales.
[72] Las fortalezas estaban situadas principalmente en las llanuras a diferencia de los construidos durante el Segundo Imperio búlgaro.
Debido a su situación geográfica y al momento político en el que se encontraba, también destacan en la arquitectura estructuras defensivas como la fortaleza en Vidin llamada Baba Vida.
[73] Los azulejos feran planos o tubulares, y se organizaron para formar frisos de motivos repetidos.