Se conservan algunos restos arqueológicos (ídolos, tumbas, etc.), pero no amplían demasiado las informaciones ya existentes.
En las canciones folclóricas y las leyendas populares de los pueblos eslavos sobreviven viejas creencias que remontan a la antigua mitología.
Asimismo, menciona la creencia en varios demonios y ninfas (como por ejemplo las vilas), pero sin llegar a añadir más nombres.
La Crónica Primera es una importante obra que contiene valiosas referencias a las creencias paganas de los eslavos orientales.
Este relato fue escrito presumiblemente a finales del siglo XII, aunque aún hay controversia sobre la autenticidad de esta obra.
El arqueólogo ruso Borís Rybakov ha identificado e interpretado los símbolos inscritos en ellas como los restos de un antiguo calendario eslavo.
Para la mayoría de la población eslava en la Edad Media, que habitaba en las zonas rurales, los viejos mitos continuaron siendo fuertes.
Los sacerdotes cristianos y los monjes destinados a los países eslavos, especialmente en Rusia, lucharon durante siglos contra el fenómeno llamado dvoeverie (‘doble fe’).
Este problema nunca fue resuelto por completo por la Iglesia, como mucho pudo dar un santo cristiano o un mártir que reemplazara a una deidad pagana con un culto determinado, pero el culto en sí pervivió, como pervivió la cosmovisión mitológica por la que se explicaban todos los fenómenos naturales.
Un aspecto crucial de los símbolos es que son casi inamovibles: sus nombres pueden diferir, pero no su estructura.
Estas son las palabras clave que siempre están presentes en los referentes folclóricos, incluso cuando el verdadero nombre de Perún había sido olvidado desde hacía tiempo.
Siguiendo una metodología parecida, trazando paralelismos con otras mitologías indoeuropeas (especialmente con la báltica) y en ocasiones utilizando las mismas pistas encontradas en los documentos históricos del paganismo eslavo, sería posible reconstruir algunos mitos antiguos.
Por ejemplo, se llegaron a "descubrir" estatuas de los antiguos dioses con inscripciones de runas germánicas, o se "documentaron" canciones y cuentos populares en donde la mitad del panteón estaba recogiendo flores o danzando alegremente alrededor del fuego.
Los neopaganos eslavos utilizan este libro como texto sagrado y, por lo tanto, insisten en que el documento es auténtico.
La antigua religión eslava parece haber estado basada en el culto a la naturaleza, dependiendo de cada tribu las divinidades y las creencias concretas.
Sin embargo, como ocurre con las distintas lenguas eslavas, que originariamente configuraban una sola lengua (el idioma protoeslavo), sería posible dibujar un "Olimpo" protoeslavo y, mediante un estudio cuidadoso del folclore, podríamos reconstruir algunos elementos del panteón original, al que las diferentes tribus eslavas adoraban.
Veles es el dios del ganado, protector de los pastores, asociado a la magia y al comercio.
Atacando con sus rayos desde el cielo, Perún perseguía a la serpiente Veles, que se deslizaba hacia las profundidades de la tierra.
Veles insultó a Perún y huyó transformándose en varios animales, escondiéndose tras árboles, casas o personas.
Parece quedar claro, según referencias folclóricas, que se consideraba al Sol como la esposa de Perún.
Sin embargo, esa misma noche, Yarilo es raptado de su cuna y llevado al submundo, donde Veles lo educa como si fuera suyo.
Esta unión sagrada entre hermanos, hijos del dios supremo, trae la fertilidad y la abundancia a la tierra, asegurando una gran cosecha.
El mito se repetía por entero cada año y los cantos de sus partes principales acompañaban las fiestas más importantes del calendario eslavo.
Si se le compara con el sánscrito Swar, podemos ver que Svarog simplemente significaba ‘cielo claro’.
Svarózhich fue adorado como un espíritu del fuego por los campesinos rusos mucho después de que fueran cristianizados.
También fue conocido por los eslavos occidentales, pero allí se le adoró como la deidad suprema en la ciudad santa de Radegast.
Ambos dioses son los principales en varias localidades, estaban asociados a la adivinación y su animal totémico era el caballo.
A Danica en ocasiones se la denomina la hermana menor del sol o su hija y probablemente estaba relacionada con Morana.
Los tabús religiosos en la denominación de las deidades existieron entre los eslavos y, por ello, los dioses fueron llamados con otros nombres o adjetivos que describían sus cualidades.
Basándose en el folclore y restos arqueológicos, es posible reconstruir algunos elementos del calendario precristiano, particularmente las más importantes.