En una breve nota donde se describían las creencias de cierta tribu eslava meridional se podía leer que conocían un dios, creador del rayo, señor de todo: a él le sacrifican el buey y los demás animales.El tío de Vladímir, Dobrinia, tenía también un santuario dedicado a Perún en su ciudad, Nóvgorod.Estos nombres hoy denominan montes, pero en la Edad Media también grandes robles, arboledas sagradas e incluso pueblos enteros o ciudadelas se llamaban Perún.Asimismo, como mencionamos anteriormente, en ucraniano y el polaco piorun significa "rayo".La raíz *perkwu en un principio podría haber significado roble, pero en eslavo cambió a per- con el sentido de "golpear, matar".Dondequiera que alcanzaba un rayo, según las creencias populares, era un lugar tras el cual Veles se habría escondido.Se creía que estas piedras del trueno a veces regresaban al cielo llevadas por el viento tras permanecer en la tierra durante siete años.Aunque no parezcan un arma, en muchas leyendas eslavas las manzanas doradas aparecen como el artefacto de destrucción definitivo.Un ejemplo de ello lo podemos ver en esta canción popular bosnia que tiene unos importantes elementos míticos: ... Te izvadi tri jabuke zlatne I baci ih nebu u visine... ...Tri munje od neba pukose Jedna gadja dva djevera mlada, Druga gadja pashu na dorinu, Treca gadja svata sest stotina, Ne utece oka za svjedoka, Ni da kaze, kako pogibose.Se piensa que las míticas manzanas doradas son símbolos de una descarga atmosférica muy llamativa pero aún más rara, el rayo globular.Como muchos otros dioses del trueno indoeuropeos, la hipóstasis vegetal de Perún fue el roble, en especial uno particularmente robusto o prominente.En las tradiciones de los eslavos meridionales, se colocaban robles marcados para señalizar las fronteras y las comunidades que se encontraban en esos lugares recibían visitas durante los días sagrados de cada aldea, sobre todo en la primavera tardía y en verano.Al parecer se sacrificaron también seres humanos en honor a Perún: según la Crónica Primera, eran prisioneros de guerra, seguramente uno al año, durante los nueve días de las festividades sagradas, que se celebraban a mitad del verano.
Las
Gromoviti znaci
o marcas del trueno como estas son antiguos símbolos de Perun, que en ocasiones se veían sobre los tejados de las casas en las aldeas, sobre todo en las de los eslavos orientales, para protegerlas de los rayos.