Después sobornaron a los magiares para que atacasen Bulgaria por la retaguardia.Esto permitió a Simeón I concentrar su ejército contra los bizantinos.Los bizantinos reunieron un ejército enorme: juntaron incluso las tropas que luchaban contra los árabes y guardaban las fronteras asiáticas de su imperio.[2] Bajo el tratado, los bizantinos también cedieron un área entre el mar Negro y Strandža al Imperio búlgaro.[4] Después de la muerte del emperador León, los bizantinos y los búlgaros acabaron coaligándose.