Los bizantinos no podían enfrentarse a la rápida caballería búlgara que atacaba desde diferentes direcciones en una vasta área.
Hacia 1194 Iván Asen I había tomado la importante ciudad de Sofía y sus alrededores, así como el alto valle del río Struma desde donde sus ejércitos avanzaron intensamente en Macedonia.
[1] Para distraer su atención los bizantinos decidieron atacar en dirección al este.
Se reunieron el ejército oriental bajo su comandante Alejo Gidos y el ejército occidental bajo el Doméstico de las escolas Basilio Vatatzés para detener el peligroso aumento del poder búlgaro.
Después de la derrota Isaac II Ángelo tuvo que pedir la ayuda del húngaro rey Bela III.