Nicéforo I

Sin embargo, la muerte del califa en 809 y las disensiones internas en el Califato supusieron un respiro para los bizantinos, salvo algún ataque aislado contra la ciudad de Euchatia.

Ya desde el año 807 habían iniciado sus ataques contra la región del río Estrimón, y en 809 atacaron en la zona norte, poniendo sitio a la importante fortaleza de Sardica.

Sin embargo, esta medida resultó ineficaz, pues los colonos no pudieron detener el siguiente ataque de los búlgaros, por lo cual Nicéforo salió nuevamente en campaña contra Krum, movilizando un ejército tan numeroso que el kan solicitó la paz, si bien Nicéforo desechó su propuesta y avanzó nuevamente hacia Plisca, que fue saqueada y ejecutada su guarnición.

Ante las dudas del emperador bizantino por asaltar la empalizada, los búlgaros atacaron, acabando con la vida del emperador y varios de sus generales y nobles, a la vez que el ejército bizantino trataba de huir desordenadamente, lo cual provocó muchas bajas propias.

La derrota del ejército bizantino supuso un duro golpe para el Imperio, que no asistía a la muerte del emperador en combate contra los paganos desde el año 378, con la muerte de Valente a mano de los visigodos.