Valente

Valente obtuvo la mitad oriental de la península balcánica, Grecia, Egipto, Siria y Asia Menor.

Cuando llegaron las noticias de que se había rebelado Procopio, Valente consideró la abdicación y quizás el suicidio.

Sin embargo, Valente envió dos legiones en marzo contra Procopio, quien las persuadió fácilmente para que le abandonaran.

Más adelante ese año, Valente mismo fue casi capturado en una emboscada cerca de Calcedonia.

Los apuros aumentaron por la denegación de Valentiniano I para hacer más en su propio territorio contra la usurpación.

Después venció al propio Procopio en Nacoleia y convenció a sus tropas de que le abandonaran.

Procopio fue ejecutado el 27 de mayo y su cabeza fue enviada a Valentiniano I en Tréveris.

El pueblo godo había apoyado a Procopio en su rebelión contra Valente, quien sabía que planeaban una sublevación.

Este pueblo godo, más específicamente el tervingio, estaba bajo la dirección de Atanarico y había seguido siendo, al parecer, pacífico desde su derrota contra Constantino en 332.

La paz precipitada y desfavorable suscrita por el emperador Joviano era la principal razón del deterioro en Oriente.

En la primavera siguiente, Pap logró romper el cerco y escaparse para reunirse con Valente, quien se encontraba en Marcianópolis mientras hacía campaña contra los godos.

En su sitio, Valente impuso a otro arsácida, Varazdat, que gobernó bajo regencia del sparapet Musel Mamikonean, aliado de Roma.

Como la frontera del este volvió a estar en peligro, en 375 Valente comenzó los preparativos para una gran expedición.

En Isauria, la región montañosa de Cilicia occidental, explotó una rebelión importante en 375, que distrajo a tropas colocadas antes en Oriente.

Aunque Valente venció con éxito ambas sublevaciones, las oportunidades para actuar en la frontera del este quedaron limitadas por estas escaramuzas.

Cuando Fritigerno emprendió la travesía, las fuerzas móviles de Valente fueron situadas en el este; en la frontera persa y en Isauria.

Tras una batalla realizada en Ad Salices , los godos vencieron y se hicieron con el control del sur de Tracia.

Valente, celoso del éxito de su sobrino Graciano, decidió actuar para obtener por sí mismo la victoria.

Los romanos iban ganando al principio pero fueron destrozados por la llegada por sorpresa de la caballería visigoda que partió sus filas.

En el primero, Amiano indica que Valente "fue herido mortalmente por una flecha, y expiró", (XXXI.12) su cuerpo nunca fue encontrado.

Sólido romano con la efigie del emperador Valente.
Derrota de Adrianópolis en la que falleció Valente.